miércoles, 24 de julio de 2013

PADRE

Me pidieron que escribiera sobre la honra a los padres, trataré de exponer mis conclusiones a la luz de lo que la palabra ordena, pues mi punto personal es tremendamente opacado ante la verdadera y reveladora luz de las escrituras.

No se ha preguntado alguna vez, ¿porqué es tan fácil amar y perdonar a mamá y muy difícilmente perdonamos en su totalidad a papá?
Los hombres nacemos con cierta dependencia de la mujer, y espiritualmente el hombre llega a estar completo cuando encuentra el favor de Jehová, su esposa. No importa la edad, la influencia femenina sobre nuestras vidas es inevitable, ineludible... siempre nos alcanza y en cierto modo nos ablanda llegando a las fibras más internas y quebrando al más hombre de pelo en pecho.

Sea en la figura de mamá, de abuela, de esposa, de suegra... o de hija!!, lo cierto es que nunca nos desligamos de la mujer. Aquellos jóvenes ilusos que huyen del hogar por no querer escuchar los sermones que dan las madres, solitos se meten al patíbulo del matrimonio donde serán bombardeados día y noche por otra mujer igual o más determinada que su mamá...su amada esposa, la que en su mayoría de veces viene recargada con su aguerrida progenitora... Pero estamos hablando del hombre y la honra al padre!! no he perdido la brújula, lo que quiero que realicemos es que vivimos en un mundo que nos enseña a honrar a la mujer, a la madre, a la hija, a la esposa, a la suegra...pero jamás nos ocupamos del papel del padre dentro de nuestras vidas. Yo apenas lo empiezo a entender ahora que soy padre de dos hijos, a mis treinta y tres años estoy corriendo el telón del pasado para comprender muchas decisiones de mi padre cuando era un niño, obviamente a esa edad no lo entendía..así como mi amado Isaí no comprende la magnitud de mis decisiones.

La sociedad nos enseña que a la madre le debemos la vida, y en el mero sentido del alumbramiento así es, pero realmente el ser que contiene la semilla, la descendencia, el generador de la vida es el padre. Necesitamos verlo de esta manera: el espermatozoide que lleva el genoma lleva vida mientras hace su recorrido hacia los ovarios que resguardan las células que éste necesita para alojarse y desarrollarse hasta llegar al alumbramiento. Aunque se escuche machista, no lo es en absoluto, en los lomos del hombre está su descendencia, lo afirma la palabra de Dios.

Pero por esa mala percepción y mal hábito, tendemos a arrinconar en una esquina a papá, olvidando que gracias a sus genes principalmente somos lo que somos. Dios está comprometido y es muy celoso en éste respecto, por la sencilla razón que El es el padre eterno, la figura de paternidad por excelencia descansa en El. De El provienen todas las cosas que han sido creadas, absolutamente todo, es creado por nuestro Padre eterno. Por eso no es de extrañarse que los hijos tengamos problemas con la figura paterna, porque todo nuestro alrededor se confabula para llamar la atención al lado femenino y descuidamos la parte esencial para nosotros los hombres.

Los diez mandamientos es el deseo de Dios hacia sus hijos, son encargos que el Padre nos ha encomendado que guardemos y pongamos por obra. La primera parte de estas ordenanzas tiene que ver con la relación entre Dios y el hombre:

no tendrás otros dioses delante de mí,
no te harás imagen tallada,
no tomarás el nombre del Señor en vano,
Acuérdate del día de reposo

Cuatro mandamientos que tienen que ver en nuestra relación con Dios, para poder estar en su voluntad y tener su favor de nuestro lado es importante vivir bajo su régimen.

La segunda parte de ordenanzas tiene que ver con nuestra relación aquí en la tierra entre los hombres:

Honra a tu padre y a tu  madre
No matarás
No cometerás adulterio
No Robarás
No darás falso testimonio
No codiciarás

Podemos concluir que el mandamiento que abre una buena relación con Dios es conocerle e El, como el único y verdadero Dios, Rey de reyes y Señor de señores.
También podemos ver claramente que el mandamiento que nos mantiene en una relación saludable y en paz con nuestros semejantes es la honra a padre y madre...al padre!!!
Si como hijos deshonramos a nuestros padres, tenemos más probabilidades de romper los siguientes mandamientos de la lista.
La vida abundante que Jesús vino a darnos empieza por el hogar, el respeto y la honra a papá es lo que nos atañe en esta ocasión.

El hombre como padre es :
Generador, es el que tiene los genes
Fundador, el que empieza a formar una familia, un clan
Soporte, el sostén del hogar en todas sus áreas.

La honra al padre es imperativa para nosotros los hijos, está sobre el amor a nuestras esposas, a nuestros hijos, a nosotros mismos. Cuántas veces nuestro amor propio nos impide amar a nuestro padre y perdonar sus faltas, si se supone que todas esas áreas que papá de la tierra no supo o pudo llenar las terminó de suplir el tierno amor de ABBA. Dios no pregunta si papá fue bueno o no porque eso es juzgar, lo que nos manda es a honrarlo, porque nosotros los jóvenes adultos somos padres en ciernes que necesitamos ejercer nuestro llamado divino de instruir a nuestros hijos, si su amado hijo lo está deshonrando, ¿porqué no se da la vuelta y mira cómo está su relación con su padre?  si su hija le reprocha decisiones que nos entiende, ¿no será que nosotros todavía le reprochamos a papá algunas decisiones o acciones que nos dejaron huellas indelebles en nuestros corazones y no hemos perdonado completamente?

Mi papá fue y sigue siendo un buen padre, humanamente imperfecto, pero para mí sigue siendo un referente digno de mi admiración y respeto, y no ha reconocido a Dios como su Señor todavía, pero el mandamiento es imperativo para mí, honra a tu padre!! y me lo recuerda en los labios de mi esposa, de mi madre espiritual, de mi madre y de mi pastor, y ¿para qué? ahhh.... para que me vaya bien y mis días sean prolongados.

Si usted tiene una identidad definida es porque tuvo la bendición de tener a papá a su lado para enseñarle como se comporta un hombre. Si usted como mujer sabe su valor y no se menosprecia delante de los hombres, es fruto de un padre que la valoró como hija, que supo cimentar sus emociones no con perfección pero si con amor.

Amado hijo o hija de Dios, necesitamos honrar al Árbol que dio su semilla para que nosotros germináramos, Dios no se toma la paternidad a la ligera, mucho menos la honra.
continuará..............................................................







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