martes, 14 de julio de 2020

El tiempo pasa rapido. Escrito por Daniel Isaí

Cada año pienso que el tiempo con mi familia pasa rápido, todo lo que disfruté fue tan rápido que el sol se fue y la noche llega, luego comienza otro día más.

 El día que cumplí 8 años me senti muy bien pero paso rápido, nunca voy a olvidar todo eso porque tengo a mi familia como mi madre Carolina y mi papá Marlon y no puedo olvidar a mi hermana Eliana Sofía, jugamos y esta cuarentena nos tiene más unidos, pasamos más tiempo juntos que es poco lento el tiempo.

El tiempo es la vida y Dios es fiel cada día y El ,es el que me motiva a seguir, como que es un reloj nunca para.

Tener fe en Dios les digo que es increíble que yo DANIEL ISAÍ RIVAS BATLLE el niño que Dios resucitó.siempre crece en Dios con el tiempo  y yo no voy a perder la fe porque soy hijo de Jehová mi rey y miren, el tiempo pasó tan rápido, ahora tengo 9 casi cumplo 10 el tiempo.

No voy a olvidar y me gusta por que sigo adelante si pasa rápido el tiempo pero no voy a parar.  si quieres fe ora a Dios,  porque él no se puede olvidar quede ti.
El tiempo que no entendí lo arreglo orando.Se que le ha llegado la hora de un inicio a tu vida, si ha sido bien ,vive ni lento ni muy rápido.








domingo, 12 de julio de 2020

Cuando somos Jairo. Segunda parte.

Muchas veces sucede que somos Jairo, pensando que Dios se tarda en respondernos, que pierde el tiempo consintiendo a alguno de sus "preferidos"... nos encontramos con la noticia que no hay remedio, las finanzas están muertas, la salud muy quebrantada, la esperanza totalmente perdida...el amor roto, en mil pedazos. Cuando somos Jairo. Primera parte


El mundo está convulsionando, nunca nadie se imaginó que un virus de tamaño microscópico (120-160 nm) pudiera ser capaz de neutralizar un planeta con una superficie de 510.1 millones de kilómetros cuadrados, una enorme diferencia, pero la realidad es que el mundo entero ha sido tocado por este microscópico y letal enemigo, imperceptible al ojo del hombre pero existente y capaz de ocasionar grandes estragos al cuerpo humano.

Así de imperceptible, intangible, etérea, es la angustia en el ser humano, y esta, como mal endémico, es capaz de jugar con la mente y hacerla añicos, su astucia puede pulverizar el sistema inmunológico y dejar vulnerable las defensas ante cualquier ataque a nuestra salud espiritual y en nuestro cuerpo.

Unos párrafos anteriores hice referencia a la paradoja existente entre el tamaño de un virus comparado al planeta tierra, una visión a lo macro de una situación real y actual en todo el mundo; pero quisiera llevar esta analogía de lo macro a lo micro...transportarnos a las sandalias del personaje bíblico mencionado en las primeras lineas del escrito...

Jairo está atravesando por una crisis, su mundo está convulsionando, no me refiero a su país o a su ciudad, la vida de su hija pende de un hilo, su pequeña, cual árbol en otoño, está soltando su último respiro cual hojas al viento y junto con ella, la angustia de Jairo por llevar sanidad, salud, esperanza, tranquilidad a su casa...ese milagro que puede hacer cambiar su realidad; Para todo padre sus hijos son su mundo, todo gira alrededor del amor prodigado a ellos, ver ahora su mundo derrumbarse sin poder hacer nada, esa es una angustia que desquebraja el corazón y deja sin aliento hasta al más fuerte de los hombres, pues quien no sufre al ver padecer a sus hijos.

...muchas veces sucede que somos Jairo, y en este momento que estamos viviendo, mucho más! la angustia ha socavado nuestra confianza, ha venido a robar la paz de Dios en nosotros y sembrar temor a la enfermedad, al desempleo, a la falta de alimentos; pero es en esos momentos donde ya creemos que todo se ha perdido, que las finanzas han colapsado y el dolor de la pérdida de un conocido o familiar ha consternado nuestra vida.

Aún de medio de todo ese caos,  hay esperanza!! Jesús aún hace milagros!! Él aún esta a la espera de 'Jairos' que lleguen a buscarle para encontrar respiro, alivio, fortaleza...confianza!. 

Dios sigue esperándonos para brindarnos lo que el enemigo ha querido robarnos...solo debemos buscarle de todo corazón.





 

  

sábado, 2 de mayo de 2020

El Sauce llorón. Parte 2

1 Junto a los ríos de Babilonia, 
Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, 
Acordándonos de Sión. 
2 Sobre los sauces en medio de ella 
Colgamos nuestras arpas.

Salmo 137



Apelando al sentimiento que más desquebraja al hombre...la nostalgia,el salmo 137 es considerado una joya literaria no solo para creyentes, sino también para no creyentes, amantes de las artes y las letras.

Los hebreos está pasando por uno de los hechos más tristes y lamentables de su historia...han sido llevados cautivos por la entonces potencial mundial, Babilonia, que, había arrasado con la mayoría de pueblos de su tiempo.
EL Eufrates significaba para los judíos exilio, esclavitud, confinamiento en una tierra extranjera para servir a otro sistema, a otro rey, a otra cultura...a otro Dios. El río que para los babilonios era referente de fertilidad,
prosperidad, comercio, alimentación, vestido y transporte...para los judíos era zozobra, tristeza, añoranza de libertad, de regresar a sus casas, a su tierra, a su cultura...a su Dios.
Por repetidas ocasiones Dios les había hablado sobre dejar la idolatría y volverse a sus caminos, una y otra vez, profeta tras profeta declarando la misma sentencia, hasta que la consecuencia llegó:destierro, humillación, esclavitud.

Allí esta el pueblo de Dios, lamentándose bajo el Sauce llorón...
Sus hojas pendientes hacia el suelo dejan entre ver en la imaginación, una triste tarde lluviosa,
como haciendo alusión a los brazos caídos de quienes lo frecuentan y endechan sobre su sombra,
callado escucha lamentaciones de glorias pasadas, de portentos y de milagros,
recordando en la rivera las victorias de antaño, cómo se abrió el mar rojo para salvarlos de Egipto. Cómo las aguas del jordán cedieron para que ellos pasaran a conquistar la tierra prometida.
Pero el Eufrates no se abre, su caudal se hace más recio...más despiadado.

Algo similar a lo que nos ha tocado vivir en estos tiempos de confinamiento, recordando con nostalgia cuando teníamos libertad para movernos y hacer lo que queríamos...pero esa libertada el ser humano la convirtió en libertinaje, ya no pidió permiso a su creador, se equivocó grandemente pensando que sus vidas les pertenecen, que son dueños de sus cuerpos, de sus decisiones y de sus acciones. La humanidad se olvidó que tenían un Rey, un soberano a quién rendir cuentas, un dueño de nuestras vidas...hoy toca ver como las decisiones del hombre traen como consecuencia lo que estamos experimentando.

Para los Hebreos aún había  esperanza de dejar la esclavitud y regresar a su ciudad Jerusalem, volverse a Dios y a su palabra. Para ellos la espera resultó en años de esclavitud esperando una respuesta...para nosotros puede bastar arrepentirnos y buscar el rostro de Dios y recibir a Cristo en nuestro corazón nuevamente.

Así que empecemos a añorar obedecer a Dios, a entregarle nuevamente las riendas de nuestras vidas.
A lo mejor  hoy nos toque llorar, sufrir por un momento al ver los acontecimientos a nivel mundial y cómo personas están perdiendo la batalla contra un virus....pero nuestra redención cada día está más cerca!! 

Si quieres leer la primera parte de este escrito, puedes hacer clic Aquí

lunes, 20 de abril de 2020

Desierto necesario


14 »Por eso, ahora voy a seducirla:

    me la llevaré al desierto
    y le hablaré con ternura.
15 Allí le devolveré sus viñedos,
    y convertiré el valle de la Desgracia[d]
    en el paso de la Esperanza.
Allí me corresponderá, como en los días de su juventud,
    como en el día en que salió de Egipto.  

A todos nos gusta que nos cortejen, ser correspondidos en todos los aspectos de la vida, desde un cordial saludo matinal hasta el amor entregado a la pareja, nos gusta que nos devuelvan recíprocamente el afecto que expresamos a los demás.

Oseas, el escritor del párrafo citado en la introducción tiene este mismo problema: hizo todo lo que estaba a su alcance para darle a su amada una vida nueva y buena, con todo lo necesario para que crecieran juntos como matrimonio. Él fue un tipo romántico, tan caballeroso que nunca recriminó nada de la vida pasada de su esposa, al contrario, a base de amor y ternura le daba el lugar de una elegante y distinguida señora... esta dama no tenía nada que envidiarle a sus vecinas, sus amigas de seguro la tildaban de 'suertuda' por haberse encontrado un buen hombre.

Pero, oh sorpresa!, La valorada esposa desprecia todos los bienes con los que ha sido adornada, deja su vida de estabilidad y abundancia por regresar a las empolvadas calles del pueblo, a la vida desenfrenada de donde la vida le había dado la oportunidad de salir con un futuro prometedor....hoy lo que está comprometido nuevamente es su honor y el de su esposo.

Para sorpresa del pueblo, Oseas es un romántico empedernido, un corazón bohemio de esos que aman apasionadamente y se enamoran de verdad, y dispuesto a pelear por su amada la llega a buscar para brindarle todo lo que al principio le brindó...todo su amor!

Cómo una dulce analogía...Dios de la misma manera nos ama intensamente! tanto que decidió despojarse de lo más preciado para EL, para el cielo....su amado hijo!, todo por desposar una mujer malcabresta, que a la primera oportunidad corre a embriagarse con los vinos de la arrogancia y la avaricia, a prostituirse con el odio y el resentimiento, a tener amoríos con la soberbia y la ingratitud...

La única opción es llevarla al desierto...confinarla en un encierro necesario para que se diera cuenta que es muy amada, que no necesita hacer nada más que dejarse amar, que pase momentos solos con su pareja para volver a construir sueños y proyectos juntos.

¿No le parece que Dios ha llevado al desierto llamado cuarentena? seguramente no es para dejarnos morir de inanición(aunque lo merecemos por haberlo abandonado), sino más bien para enamorarnos, para hacernos sentir que EL es suficiente para satisfacernos...este desierto es pasajero, no nos desesperemos, nuestro amado está con nosotros en medio de el.    

martes, 14 de abril de 2020

El arte del perdón

Quiero retomar la pluma de escritor y empezar a compartir temas de mucho interés personal, individual y de crecimiento espiritual. en estos tiempos en los que estamos confinados con nosotros mismos, debemos hacer una reflexión introspectiva, con toda honestidad para poder salir de este distanciamiento social siendo mejores seres humanos, mejores personas. El peor enemigo del ser hombre es el mismo hombre, ¿no será que necesitábamos enclaustrarnos para tener tiempo para meditar y dejar de lastimarnos entre nosotros mismos?


Quisiera empezar a reflexionar acerca del perdón...


Me gusta el arte en todas sus formas de expresión: música, pintura, escultura, letras..,etcétera. Creo firmemente que dentro de cada forma de expresión de arte está el soplo divino, esa chispa de inspiración del cielo que hace tangible lo que existe en la mente inquieta y aventurera del artista.

También creo firmemente que todos, en una medida, tenemos un don, una tarea o actividad que nos hace seres individuales y únicos, ese "algo que todos sabemos hacer bien". Mientras uno de nosotros puede ser hábil para los números, otro puede ser excelente con las letras, alguien es un excelente artista de la madera mientras otros son buenos economistas.

Tratar con las cosas del alma también es un arte, a unos se les hace tan fácil el perdonar, mientras que que para otros suele ser una escalinata muy pronunciada y escabrosa. Pero por muy difícil que sea el recorrido hacia el perdón, es necesario y vital para poder disfrutar de paz interior.

A todos nos gusta recibir el perdón, solamente una persona arrogante es incapaz de recibirlo, pero cuesta mucho el poder dar el perdón a otros, ese es un tema escabroso porque nos hace vulnerables, debilita ese blindaje que montamos como auto defensa, para muchos es inconcebible el perdonar, están tan lastimados y, peor aún, acostumbrados a esas laceraciones del alma, tanto que la acción profiláctica de perdonar no puede hacer el efecto de limpiar esas heridas.


Es ahí donde debemos todos recurrir a  la ayuda divina para perdonarnos primeramente nosotros mismos de nuestros errores, y luego tener la habilidad de poder regalar nuestro perdón a nuestro prójimo. El problema del ser humano es que se siente muy propio, muy dueño de su vida y un gran legislador de sus acciones, esto nos pone en un contexto de autocracia, es decir que no debemos rendir cuentas a nada ni a nadie, y este es el principio  que rige nuestro sistema social, dejando a un lado a Dios....y cuánto necesitamos recibir el perdón divino! poder aferrarnos a las palabras del maestro de galilea cuando nos invita a depositar sobre Él nuestras cargas y vivir plenamente...claro que va implícito el aceptar la soberanía de Dios sobre nosotros, es decir, no mandamos más nosotros, El toma el control (o desea hacerlo) de nuestras vidas.

Cuando realicemos que necesitamos del perdón, que nos equivocamos, que no somos perfectos, que somos falibles, desleales primeramente con Dios y por ende con los que nos rodean, el perdón nos liberará del perfeccionismo, de las ataduras del "qué dirán" y nos permitirá en ese mismo sentido de reciprocidad, extender nuestro perdón a los que tenemos cerca.

El mandato divino es perdonar a nuestro prójimo...pero primeramente debemos recibir el perdón divino, luego perdonarnos a nosotros mismos, no hay atajos, no existen caminos cortos...mientras más nos acerquemos a Dios y a su misericordia, entenderemos a profundidad lo que significa el perdón.



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