sábado, 18 de marzo de 2023

¡Abran paso!

¡Madrugar todos los días para conseguir un buen asiento en el transporte colectivo! Esa es la principal tarea de muchos en una sociedad donde se debe correr para todo.

En una de esas jornadas de viaje en el transporte colectivo hacia el trabajo pude observar cómo todos los que vamos dentro de bus (me incluyo) vamos de manera casi automática esperando lograr un asiento donde poder continuar con el sueño interrumpido abruptamente y que pareciera no suplir el descanso necesario mientras llegamos a nuestro destino.

Todos imbuidos en ordenar las tareas que nos esperan en el trabajo. Uno que otro va platicando con el vecino. No falta la madre que va tratando de terminar de peinar la cabellera de su hija antes de dejarla en la escuela o el que va con su vista perdida pensando que será otro día más que pasará  entre montañas de tareas acumuladas  en la oficina.

Bueno, pues así sucedió en cierta ocasión con una mujer. Doce años de andar a cuestas una condición fisiológica. Doce años de abrirse camino entre la gente para visitar el mejor doctor de su ciudad. Cuántos días sumergida entre la multitud esperando ser sanada y seguir procurando una vida útil para su familia. Soñaba talvez con el día en que recuperaría si derecho de ofrecer sacrificios a Su Dios en el templo de Jerusalén, cosa que le ers prohibida en su estado.

No era la primera vez que se debía abrir paso entre las personas de su comunidad. Padecer flujo de sangre la hacía inmunda y le restringía muchos de sus derechos como judía.

Pero este día era diferente. Jesús se encuentra sorpresivamente entre la multitud. Si, ahí en medio de los necesitados, de los afligidos, de los que una vez más deben luchar por buscar un lugar de privilegio para encontrarse con su milagro.

Su determinación en medio de todos fue llegar a tocar las vestiduras del maestro, aunque sea la punta de su manto eso será suficiente para ser sanada. La libertad se encuentra en medio de esa aglomeración de personas.Ests vez es diferente, aún entre todos los desconocidos hay alguien que la conoce muy bien. El maestro la conoce muy bien, conoce que lleva años tratando de abrirse camino entre los que necesitan ser sanados, sabe que alguien se ha acercado con el propósito de encontrar no un bien material, sino la libertad que solo él puede dar.

En medio de de nuestras ciudades, en medio de esos buses repletos de personas, nos  toca hoy a nosotros ir al encuentro de las promesas de Dios, meditar y reflexionar en Su bondad y misericordia. Saber que aún viajando entre tanto desconocido, para él no paso desapercibido...no pasamos desapercibidos.

En medio de las circunstancias, de las dudas, de las aflicciones, del ajetreo del día a día...en medio de esa multitud que nos rodea, sigue estando Jesús esperando que no perdamos la fe, que luchemos por alcanzar tocar el cielo o con nuestra esperanza y poder desprender virtud.

martes, 7 de marzo de 2023

Sociedad divina. Barqueros

El día a día está lleno de relaciones interpersonales. Desde la relación con nuestro cónyuge e hijos, hasta la convivencia con nuestros compañeros de trabajo, todo tiene que ver con el entendimiento entre nosotros y los que nos rodean. Interesante que los que nos rodean esperan que sigamos las reglas del juego, que mostremos la ética laboral y profesional que requiere nuestro lugar de trabajo. Las esposas en el hogar esperan respeto de sus esposos y los hijos de igual manera esperan de sus padres comprensión y amor.

Para lograr estos entendimientos debemos de precisamente saber que hay reglas, que hay privilegios y responsabilidades en en todas y cada de nuestras relaciones interpersonales; el asunto es que a muchos se nos olvida que toda relación está basada en un pacto, un acuerdo; Y estos términos o acuerdos son lo  que van a llevar al éxito o al fracaso esas pequeñas sociedades entre amigos, esposos, hijos, empleados, jefes, empresas.

Meditando en este respecto, encuentro que en una empresa es muy importante la negociación. La estrategia de saber cuando se debe ceder para poder ganar. Tenemos muchos conceptos y planteamientos sobre cómo hacer un buen negocio, una buena sociedad entre dos empresas. Pero muchas veces se nos olvida llevar estos conceptos de lo macro a lo micro: a nuestra casa, a nuestro matrimonio, a nuestros hijos, pero por sobre todo se nos olvida que nuestro creador anhela asociarse con nosotros, desea que nosotros construyamos una relación personal e individual con EL y poder por medio de esta sociedad divida, experimentar el Reino de los Cielos aquí en la tierra.

Jesús llegó un día a una aldea de las costas de galilea llevando las buenas nuevas a todas las personas y estableciendo el Reino de los cielos en la tierra. Betsaida es conocida por su actividad pesquera, algunos de los mejores en este rubro están en la localidad. Los pescadores mas experimentados están en sus tareas de mantenimiento de sus embarcaciones, ellos quieren mantener las relaciones de negocio y comercio con sus clientes, quieren expandir su sociedad, sus relaciones interpersonales.

Así recorría el día como cualquier otro en la vida de los pescadores de Betsaida, hasta que llega el Maestro seguido por un grupo de personas hambrientas por escuchar esa palabra de aliento, esa enseñanza de este maestro que sustenta su alma trae consuelo y alivio. Jesús viene en camino y trae buenas nuevas, pero necesita una embarcación donde subirse y seguir entregando la palabra sin que nadie se quede sin escuchar. EL maestro necesita que algunos de estos pescadores se asocien con EL para traer el Reino de los Cielos a los necesitados. No busca una embarcación grande u ostentosa, solamente un barco en el cual subirse y servirse de el.

¿Cuántas veces el maestro ha necesitado de nuestras barcas? nuestro corazón, nuestras vidas mismas en algún momento se convierten en esas barcas que nuestro Señor Jesús anhela usar para impactar a otros. EL espera que nosotros aceptemos esa sociedad divina y que pongamos a su disposición nuestras barcas, nuestros conocimientos, nuestros dones y talentos para poder hacer cosas grandes para Su Reino...¡empecemos entonces a movernos en esa sociedad divina!   

Entrada destacada

Llueve!!

Esta noche mientras llueve lentamente, empecé a reflexionar sobre lo efímero de la vida, sobre lo volátil del ser humano ante las cosas inta...