sábado, 20 de marzo de 2010

Más de... la música III

Me apasiona la musicología, porque trata no solo de comprender la música tan ligeramente, sino de entender de donde, cómo y porqué surgieron ciertas tonalidades, instrumentos y estilos de música. El problema como cristianos es que desconocemos todo eso y polarizamos la utilización de la música en nuestras iglesias, utilizamos o dejamos de utilizar instrumentos o estilos de música porque para nosotros son una irreverencia hacia nuestro Señor.

Debo decirle que en visión de fe, mi iglesia, nos esforzamos porque nuestra alabanza y adoración cumpla los dos objetivos principales: primeramente, la alabanza y la adoración son para nuestro Señor, es por eso que nuestros cantos deben llevar ese tono de admiración, adoración, pasión y amor hacia Dios, y numero dos, debemos guiar e introducir a la congregación a un nivel de intimidad en adoración, para que el espíritu Santo pueda ablandar nuestro corazón y así la semilla de la palabra de Dios profundice en nosotros. Para cumplir estos requisitos debemos tener relación con Dios y no dejarnos ir por preferencias humanas, socio culturales o eclesiásticas religiosas, porque podemos no agradar a Dios con lo que hacemos o estorbar y desenfocar a la congregación de adorar a Dios.

Dios es perfecto, y todo lo que hizo es perfecto.
Muy impresionante mente podemos ver las pinceladas de su maravillosa creación en todo lo que nos rodea, curiosamente dejándonos figura de su trinidad en las cosas que rigen el mundo que nos rodea.
Estado de la materia: Solido, liquido y gaseoso
Materia: masa, espacio y tiempo
Etapas de la vida; niño, joven y adulto
Tiempo (existencialismo): pasado, presente y futuro
Tiempo (cronológico); Hora, minuto y segundo
Ser; espíritu, alma y cuerpo
y por supuesto, música: melodía, armonía y ritmo

La importancia de todas estas cosas y otras más, es que en esencia fueron creadas en base a un molde trino, es decir, cada una de las tres partes forman un cuerpo o materia formada, es decir, que hay una perfecta armonía entre si, ni uno es mas o menos, todos son imprescindibles, puesto que si quitamos unos de los tres elementos de todas las cosas que mencionamos anteriormente, dejan de ser lo que son.

Lo mismo sucede con la música, si suprimimos o enfatizamos uno de sus tres elementos, ésta deja de ser música como tal, en su concepto más puro.

Si ponemos énfasis a solo una parte de la música, por ejemplo la armonía, derivamos de la música a otros estilos como por ejemplo el rock metal, que no es música pura sino un uso excesivo de la armonía, que puede llegar a ser nocivamente alienante.

Si nos enfatizamos en la melodía más que en la armonía o ritmo, derivamos en música deprimente como el Soul o Jazz, que surgen del alma atormentada y triste de los esclavos afroamericanos en los tiempos de la post colonización de los Estados Unidos.
Muy buenas progresiones melódicas, pero llenas de dolor, odio, amargura y frustración.

Y por ultimo, si nuestro enfoque como músicos es hacia la relevancia de la parte rítmica, es decir, los tambores, también estamos derivando en otra música mezclada o no pura, porque la mayoría de ritmos y percusiones traen raíces de ritos de tribus aborígenes, que utilizaban tal depravación de la música rítmica para provocar los placeres de la carne(por eso al escuchar la linea percusiva o rítmica de una pieza musical comenzamos a mover nuestro cuerpo), comenzar a mover y despertar lascivia y lujuria, puesto que en dichos ritos no podía faltar una doncella que iba a ser sacrificada, previa danzas de orgía y desordenes que podamos imaginarnos.

Ahora la pregunta que debemos hacernos como músicos cristianos es;
¿Estamos haciendo “música”, o derivaciones, degradaciones, depravaciones de la música en el altar de Dios?

Puede ser que por la terminología de mis palabras, es mas fácil hacerme comprender por un músico, que por alguien que no tenga conocimientos de música, pero como hijos de Dios nuestro llamado es entregarle una alabanza y adoración que le sea agradable, y esto es parte de buscar agradarle.

Bendiciones

1 comentario:

Anónimo dijo...

Marlon interesante saber que todo los principios básicos de nuestra naturaleza, dependen de Dios y de su poder infinito de como creo todo en semejanza a la Santa Trinidad.(Dios sabia antes de crear el mundo como seria su creación)

Dios los bendiga.

Alvaro Batlle

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