Más de..... La Música II

Músicos alternativos
Músicos con convicción

Los músicos alternativos se dan a granel, es decir, por montones.
La década de los sesenta fue la precursora de una serie de vorágines sociales que afectaron todo el ámbito socio cultural de esta época, embriagando la sed de liberalidad de los jóvenes y produciendo cambios que hasta el dia de hoy llevamos como lastres en nuestro legado cultural.

La música no fue la excepción.
Emigramos de artistas de trajes de tres piezas, elegantes, varoniles, de voces graves y prominentes, impecables en ejecución y canto, respetuosos de la música como arte, refinados y técnicamente calificados y educados para tal lid, a jóvenes con jeans rotos, zapatillas allstar, pelo largo, con aretitos, con vocecitas afeminadas, amantes de la droga y alcohol, con pésimas costumbres y degenerando la música a niveles alienantes y muy alejados de ser arte.

Todo esto derivo en el surgimiento de una gama de estilos y matices musicales alternativos, para todos los gustos y sabores, tanto, que aparecieron muchos grupos musicales que tuvieron su momento efímero de fama y popularidad, pero vacios de conocimiento, moral, educación y temor de Dios.

La música cristiana pasó esta etapa sin mayores complicaciones, ya que la iglesia estaba liderada por el ala más recalcitrantemente legalista y ortodoxa de los últimos tiempos, donde la música sacra acompañada solamente pro guitarras y tríos era la que dominaba en los servicios de las iglesias.

Lo curioso es que al abrirnos al mover de la gracia en el cuerpo de Cristo, surgieron los “liberales” cristianos, ese grupo de personas que se consumían por adoptar nuevas normas y conductas que rigen la moda socio cultural de nuestra era.

Desde hace casi doce años se esta dando el fenómeno sesentero en la iglesia.

Dejamos a un lado a los músicos y cantantes cristianos de traje formal, por jovencitos con jeans rotos y camisetas con letreros “soy perdonado pero no perfecto”, buscando excusas baratas para justificar conductas carnales y mediocres.

Bueno, bueno, ya se que mas de alguien me esta tildando de ridículo, vano, juzgón, santurrón.
Otro podría decirme que Dios ve el corazón y las intensiones, que eso es para alcanzar a las personas y llevar a Dios hasta su ambiente; pero entonces, que es lo que las personas van a cambiar o ver de diferente en nosotros los cristianos, si nos ven en las mismas fachas que Juanes y todos los demás artistas.

Entonces ser músico cristiano en este tiempo significa solamente agregar la palabra ser supremo, Dios, amigo, amor a las letras de la canciones o componerle música romántica a mi esposa y seguir siendo los mismos por dentro, y por consecuencia por fuera.

No malinterprete mis palabras, amo la gracia y la misericordia, pero también he aprendido de mis lideres y padres espirituales, que un músico a la manera de Dios debe crecer de forma integral, enfocando nuestros talentos y dones como un complemento de nuestro compromiso y relación con Dios, eso es lo que yo llamo músicos con convicción.

Un grupo de alabanza no es un ministerio, más bien es una escuela vocacional que nos permite desarrollar y aprender ciertas materias que son necesarias para optar a un ministerio o llamado de Dios, como la responsabilidad, disciplina, obediencia, sujeción y santidad.

Concluyo recordando algo muy importante, los encargados de los instrumentos que se utilizaban en el tabernáculo de Moisés, eran los sacerdotes.

Su ministerio era ser sacerdotes por haber nacido en la tribu de Levi, tocar las trompetas y demás instrumentos era una tarea de las muchas que debían desarrollar a lo largo de su vida sacerdotal.

¿Serán nuestros modernos músicos verdaderos levitas y sacerdotes, ministros de la presencia de Dios?