domingo, 19 de mayo de 2013

Querít, en lugar de Jordán

Después de obtener un triunfo todos esperamos un estímulo, alguna palabra de aliento, felicitaciones, muestras de admiración y reconocimientos por la meta alcanzada.
¿Qué niño no busca ganar un examen para ser el centro de atención en la familia? Un empleado que no quiera un bono extra por sobrepasar su meta mensual, sería ilógico y pasaría por ingenuo ante nuestros ojos.

Elías viene de experimentar el respaldo de Dios a su ministerio de una manera portentosa. Viene con su medida de fe en su Dios a todo lo que esta puede dar.
Cuatrocientos cincuenta profetas de baal no pudieron contra su férrea e intrépida fe. Dios le otorgó una victoria épica.

Pero resulta que lo amenazan de muerte. Ha atentado contra la reina y el rey, y lo que es peor, los ha dejado en ridículo delante del pueblo.
Lógicamente, Elías espera un par de ángeles escoltas de parte de Dios para que lo protegan de tal amenaza, lo menos que Dios puede hacer es enviarme a un buen lugar donde no pase penas. Después de lo que acaba de realizar se merece eso y más...una casa a las orillas del Jordán sería estupendo en esta época de sequía... Y Dios lo manda a Querít.
Un arroyo que está a un kilómetro más o menos de distancia del río Jordán, y no sólo eso... Lo mete a una cueva!!
Que raro trabaja Dios, a su gran siervo que hizo descender fuego sobre el altar en lugar de tratarlo con la " dignidad" que merece, lo manda a una cueva.
Dios es celoso, no comparte su gloria con nadie, y antes que su hijo se crea el muy muy... Le baja el ego, antes que piense que es el último hombre de Dios...sorpresa, hay un bien par de miles en la brecha, esperando hacer la voluntad de Dios.

Nuestro padre nos ama tanto que se ocupa de llevarnos a Querít antes que nuestra soberbia nos nuble la vista, prefiere mantenernos en anonimato que dejar os expuestos a la soberbia y a l altivez... Por eso Jesús dijo que nos considerásemos siervos inútiles al hacer un encargo divino, porque solamente hacemos lo que se nos pide.
Muchas veces pensamos que merecemos un Jordán porque servimos a Dios o hacemos tal o tal cosa en nuestras iglesia.
Aceptemos nuestros Querít, que en la humildad Dios hará que aún lo más irracional sirva para traer el sustento a nuestro regazo...

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