jueves, 31 de enero de 2013

Música...Técnica y Unción

Me sorprende el divorcio que hay entre estas dos palabras dentro del ámbito "evangélico". Hemos polarizado el servicio a Dios llevándonos hacia extremos que están lejos del contexto de lo que Dios espera de nosotros.

Hay una corriente Ultra-Radical que se basa en agarrar a diestra y siniestra personas con poca capacidad o carentes de habilidad o "don" para el desarrollo del servicio en el área de alabanza y adoración.
Su percepción se basa principalmente en el amor y pasión a Dios como puntos determinantes para escoger a los ayudas o servidores. "Si usted ama a Dios, puede servir en el ministerio de alabanza", ese es el único requisito para entrar.

Me gusta la mayoría de lo que éste pensamiento profesa, el amor a Dios y la pasión por vivir una vida en santidad es fundamental e indiscutiblemente una prioridad, pero es una visión muy limitada de lo que Dios espera de nosotros como salmistas.

No me mal interprete, Dios busca adoradores en espíritu. Gente de devoción a El. Personas consagradas y dispuestas a vivir para agradar a su Señor. El asunto es que también busca adoradores en "verdad".

La palabra "verdad" en este concepto, significa, personas que saben muy bien lo que hacen. Conlleva implícitamente un conocimiento técnico de la labor que desarrollamos. Se asume que estamos equipados con ciertos dones y habilidades afines a nuestro llamado.

Se imagina un servidor o servidora que ama a Dios con todo su corazón, mente y fuerzas... pero con poca paciencia para cambiar pañales, metida en la sala cuna de la iglesia???

O un maestro de escuela dominical dando clase a sus alumnos domingo a domingo, pero por sus venas no corre la más mínima vocación por la enseñanza???

Un diacono sin "don de gentes" ni "empatía" para tratar a los visitantes de nuestras congregaciones, dando la bienvenida???

La música se trae en las venas o no se trae, no hay otro camino, no hay otra manera. He visto muchas personas cambiar su carácter, ser sanadas físicamente de alguna dolencia, ser prosperadas, levantadas por Dios, pero jamás he visto a una persona de un día para otro resultar ejecutando un instrumento o cantando con voz de jilguero, y me refiero a instantáneamente como algo sobrenatural, empezar a tocar el piano o afinar bien en la octava. Eso mis amados es un "regalo de Dios" (don).

Como lideres o directores, podemos ser duros con los servidores de alabanza y adoración, podemos fundirlos y exigirles lo que no pueden alcanzar... y es nuestra culpa!! si, por no ubicarnos sobre la realidad que no basta con amar a Dios y tener pasión por servirle, se necesita tener madera para el canto o la música, y eso no se vende a la vuelta de la esquina.

Quizá suene a petulancia el escrito de hoy, pero es un llamado sincero a trabajar y hacer las cosas para glorificar el nombre de Dios. Sin lugar a discusión, las personas deben estar en su lugar optimo de acuerdo con las herramientas con las que Dios les a equipado en la vida.

La parte técnica es fundamental en los grupos de alabanza y adoración, una formación y capacitación musical es imprescindible para lograr un servicio con excelencia. Claro, la técnica debe ir a la par de los valores cristianos que también son determinantes.

Todas las personas a las que Dios utilizó como paradigmas de la cristiandad, fueron personas preparadas o con habilidad y don para la música.

David, el dulce cantor de Israel, era tal su conocimiento musical que hasta creó instrumentos de viento y cuerdas para ministrar al Señor.

Moisés y Miriam. Ambos ancianos, los vemos componiendo cantos a Dios.

Eliseo, un tañedor de instrumentos de cuerda, y profeta de Jehová!!!

Salomón y sus canciones de canciones (cantar de los cantares)

Isaías, Jeremías, Daniel y muchos Hombres de Dios, no solamente tenían una estrecha comunión con Dios, tenían dones y capacidades musicales.

No se puede exigir donde no hay dones o talentos. No hay mejoras, al contrario, hay mediocridad.
Las congregaciones no reciben personas amantes del buen arte, un buen conocedor del tema será estorbado al ver la carencia de profesionalismo al cantar o ejecutar un instrumento. Y no es que el hermano sea carnal, o que la alabanza es para Dios y no para el hombre... esas son excusas para no hacer un buen trabajo.

Nuestra comunión con Dios nos provee unción para ministrar, la técnica nos hace pararnos firmes, nos da confianza y satisfacción que hemos dado lo mejor para nuestro Rey.

El llamado hoy, es que si estás sirviendo a Dios en sonido, estudia sobre el tema. Si eres maestro de escuela dominical, debes aprender técnicas de enseñanza y aprendizaje, si eres diacono, aprende a relacionarte con las personas. Si estás en el grupo de adoradores, estudia música, ejercita tu voz....

Y amados lideres, ya basta de dejarnos guiar por sentimientos a la hora de escoger a los integrantes del grupo de adoradores, busquemos gente consagrada a Dios... y que esté equipada para este trabajo. De lo contrario seguiremos sin llegar a ninguna parte.

Esta es la primera parte de este tema, en la segunda parte hablaré sobre la parte de la unción....




    

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