jueves, 31 de enero de 2013

Música... Ténica y unción. Parte dos

No me gusta, de manera personal, el impresionante abismo que separa hoy en día la técnica de la unción.

Soy un catador de la música como Arte... a mis apenas seis o siete años de edad empecé mis primeros pasos en el maravilloso mundo de la música. En la casa de mi abuela existían solamente dos tipos de música que se podían escuchar en ese entonces: música cristiana y música clásica... y me aventaron a aprender música clásica!!!
Crecí escuchando a Mozart, Chopin, Bach, Beethoven, y muchos otros genios de la música. Por eso soy exigente con las personas que me piden clases de piano, porque me tocó rogar a mi maestra de música para que me diera clases...y nunca me dio una clase formal, lo que aprendí de ella, que fue poco, lo aprendí de observar y escuchar. Luego vinieron otros maestros que terminaron de definir el llamado de Dios en mi vida.

Pero aparte de la exigencia técnica, en mi iglesia Visión de Fe, he aprendido que sin unción no soy nada más que un entretenedor, un címbalo que retiñe sin ton ni son.
Dios no busca artistas con hambre de alimentar su ego, El busca "adoradores", gente con hambre por su presencia, por ser portadores de su gloria.

Con mucha tristeza he visto como el "profesionalismo" pierde las vidas de los adoradores. Personas que dedicaban su tiempo a Dios, de la noche a la mañana son tan itinerantes y famosos que no se congregan, no pertenecen al cuerpo de Cristo, "sirven al cuerpo de Cristo" pero no escuchan palabra, mucho menos diezman u ofrendan, raramente crecen espiritualmente.

La unción es la que se encarga de mantenernos con los pies en la tierra. Y es que solamente por medio de Su Espíritu podemos entender que todo se trata de EL. No hay dos grandes, dos famosos, dos profesionales, solamente hay uno que es grande y es El que está dentro de nosotros. Como dice mi pastor, si usted me quita lo que tengo de Dios en mi vida, quedará una bestia salvaje, un hombre rústico.

Una persona con altivez y soberbia no tiene relación con Dios. El que tiene relación con Dios es humilde, porque no existe lógica que nos explique cómo podemos comunicarnos con el creador del cielo y de la tierra siendo nosotros pequeños y frágiles delante de El. Eso es amor, gracia, favor, misericordia. Allí no cabe la petulancia y la técnica, solo hay lugar para admirar Su santidad.

He visto y conozco mujeres y hombres con voces privilegiadas, pero no tienen unción, hay notas pero no hay palabra, hay colores y matices musicales, pero no hay santidad ni consagración. Da lo mismo estar sentado en la silla de la iglesia que en la butaca de un cine. Para muchos es lo mismo tocar en el "altar" que en un antro a altas horas de la noche.

Mis amados profesionales y virtuosos de la música cristiana, sin relación no somos nada y lo menos que hacemos es agradar a Dios. Si cuestionas mucho tu peinado, tu forma de vestir, tu forma de hablar y los antepones al servicio a Dios, mi querido, estas lleno de soberbia y altivez, y lo más probable es que por buscarte una agenda saturada con presentaciones y "toques" pierdas tu propósito.

La unción no se puede separar de la técnica, los dos deben crecer integralmente, necesitamos ese equilibrio para permanecer en bendición....


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