martes, 25 de diciembre de 2012

Estoy dispuesto a dejarlo todo?

Leyendo la reflexión que mi pastor Carlos Berges compartió en su blog acerca de Rut la moabita (leer aquí), y como llevó a la vida de Nohemy tanta consolación y felicidad después de tanto sufrimiento a causa de la muerte de su esposo y sus hijos. Me gustó mucho esa verdad que todos debemos ser Rut para una Nohemy, una gran verdad sobre lo que debemos ser como hijos de Dios.

Leyendo este episodio de la palabra de Dios, esncontré algo que no habia visto antes y que ahora saltó como una nueva revelación y verdad sobre este relato de la vida de Rut.

Resulta ser que como viuda, Nohemy tiene todo cuesta arriba, hace un par de años vendió todo su patrimonio para salir junto con su esposo e hijos hacia la tierra de los moabitas para establecerse allí. Moab era algo totalmente diferente a Israel, lugar de paganismo e idolatría, descendientes de un incesto, una tierra donde el nombre de Dios era totlmente desconocido, mucho menos la santidad y la consagración.

Pasa el tiempo y vemos a Nohemy regresando a su lugar de origen, Belén, al verla llegar, todas sus contemporáneas empiezan a regar la voz, la esposa de Elimelec ha regresado, aquella mujer vivaz, alegre, contagiosa, una de las mujeres ejemplo del pueblo ha vuelto a casa, o a lo que queda de ella...pero hay algo diferente en ella... no sonrie, su mirada no tiene el mismo brillo, su caminar ya no es con cadencia, el lastre de la viudez y el luto han opcado la luz que irradiaba su presencia en sus mejores días. Aparte de todo esto, trae una mujer extraña con ella, una pagana, se nota a distancia que de donde proviene no hay temor a Jehová, dicen que es su nuera la moabita, porqué habrá traido consigo Nohemy a esta mujer.

Poco a poco se empieza a contar de boca en boca la triste historia de Nohemy y de cómo esta muchacha moabita decidió seguirla a pesar de no tener un futuro seguro al lado de ella, y empiezan a ver a Rut de una manera diferente.

Estas noticias llegan a oidos de Booz, un hacendado que es pariente cercano de Elimelec el difunto esposo de Nohemy, y por causas de la vida Rut llega a trabajar a sus tierras, booz la llama y le dice que ha oido sobre ella, cómo la gente del pueblo alaba su buen trato hacia la viuda Nohemy, pero lo que más le impresionó, fue la determinación de Rut para dejarlo todo y seguir a la anciana Israelita.

Booz debe haber pensado en su patriarca Abraham al ver la fe y el atrevimiento de esta moabita para refugiarse entre el pueblo de Dios, pues le declara a Rut que la admira porque decidió dejar su tierra, padre y madre para ir a un pueblo y a un Dios que no conocía, simplemente por fe.

Una lección que debemos poner en práctica, el hacerlo le acreditó a Rut ser injertada en el linaje de Jesús, una decisión de debemos tomar día a día, despojarnos de nosotros mismos, de nuestras herencias y costumbres, y caminar hacia lo que el Señor tiene preparado para nosotros, pensamientos de bien y no de mal, eso dice su palabra...

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