miércoles, 5 de marzo de 2014

Los hijos...visión y misión!!

Los hijos son una bendición de parte de Dios, es una muestra de confianza que el creador nos hace para desarrollar Su carácter aquí en la tierra, mostrar su amor, su paciencia, en fin, todo lo que implica representar a Dios entre la humanidad.

Hoy más que nunca nos  urge la ayuda divina para que nuestros hijos no sean influenciados por la corriente del sistema. Me impresiona ver cómo la juventud se desenfrena y se pierden con el afán de darle rienda suelta a los placeres, y la iglesia no hace nada al respecto, solamente ve con brazos cruzados, cómo el enemigo va ganando terreno en la mente y corazón de las nuevas generaciones.

Es necesario tener en cuenta la voluntad de Dios con respecto a nuestros hijos para poder transmitírselas eficazmente. Es muy común escuchar a mamá y papá hacer planes con respecto al futuro de los hijos, "va a estudiar en tal colegio", "al salir del colegio va a estudiar tal carrera"...planes, proyectos, propósitos...y está bien, pero.. ¿donde está Dios en estos planes? al final de su vida de éxito profesional!! ...hijo-dice un padre- primero estudie, prepárese, trabaje y si al final de la vida le queda tiempo, busque a Dios, mientras estudie y busca su realización no se meta con Dios, El demanda mucho tiempo y usted necesita cubrir el pensum de la carrera, además...Dios lo espera, si El es amor.... pero no es una planta de reciclaje donde se llevar las hilachas de vida para ser procesadas y hechas de nuevo. Dios no quiere quebrarte para hacerte de nuevo, Su prioridad no es sanar corazones quebrados, aunque es un experto en repararlos, Su voluntad es que nos guardemos limpios, intactos para El, y con los hijos esa debe ser nuestra meta, nuestra visión y misión es que cuando lleguen al encuentro con Su Señor, puedan ofrecerle un corazón limpio, una vida sana que El pueda usar para Sus propósitos.
La visión para con nuestros hijos es la Palabra de Dios, sus mandamientos, esa es la prioridad mi amados lectores, no los proyectos educacionales que tengamos para con nuestros hijos, porque de las escuelas y colegios los niños empiezan a llevar conductas nuevas y extrañas a sus casas. 
Nuestros hijos necesitan escuchar la instrucción a cada instante, para que su corazón guarde la palabra y la obedezca. No podemos pretender estar las veinticuatro horas del día sobre nuestros hijos eso es imposible, puesto que ellos necesitan desarrollarse ante la sociedad, la escuela y el trabajo son lugares donde ya no podemos estar presentes con los niños y jóvenes, pero hay algo que sí v a estar allí presente con ellos...La Palabra. La instrucción no los abandonará, estará allí cuando quieran hacer algo que no agrade a Dios, no los dejará en paz cuando estén a escondidas con sus "amigos", la instrucción les recordará día y noche a  mamá y papá.

No nos cansemos de hacerle el bien a nuestros hijos, la instrucción no regresa vacía, aunque pareciera que estamos echando en saco roto, tarde o temprano veremos los hermosos frutos de la palabra en nuestros hijos.
Visión para nuestros hijos es trasmitirles el mandamiento de su Señor, y nuestra misión es instruir y corregir en amor... 



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