martes, 11 de marzo de 2014

El hábito del "NOS"

No cabe duda que en los tiempos actuales que vivimos estamos sumergidos bajo el machismo latino generacional del que registra la historia de nuestras tierras. Dicha estafeta ha sido heredada por descendencias, generaciones de hombres machistas que se sienten islas independientes que no necesitan estar en contacto con nadie para salir adelante con su vida, olvidando que aun la isla más alejada de la costa está unida a ella en el lecho marino...esa realidad es una panacea que sólo existe en el hombre elemental, el macho bruto que no inspira sino que exige respeto.

La sociedad quiere con su humanismo hacer que la mujer sea dignificada y respetada, pero la principal protagonista se conforma con el papel humillante y desvalorizado que el mismo machismo le ha hecho creer que debe jugar.

Jesús en todo lo largo de Su ministerio en la tierra, se esforzó para enseñarle a una sociedad de "hombres" recalcitrante y altamente machista, que la mujer tiene un valor inmensurable, por eso le dio la prioridad en su ministerio siempre, tanto así que Jairo, un principal de la sinagoga es arremangado y puesto en la lista de espera por una "mujer" que se atrevió a abrirse paso entre la multitud y empujar a doce "hombres" que rodeaban al maestro para arrebatar un milagro de El.

El hábito del "NOS" forma parte desde siempre de la vida cotidiana de lo judíos, ellos sabían perfectamente lo que Dios habla acerca de la mujer, que es el favor y la benevolencia de Dios para un hogar, principalmente para el "hombre".

Dicho hábito es inclusivo, manifiesta una pluralidad con el sentido más puro de la unidad y la comunión.
En la sociedad judía, la vida entre el hombre y su esposa es en muchos ámbitos compartida, definida en una unidad de pensamiento, sentimientos que fortalece a la hora de tomar decisiones y de actuar.
Cuando un hombre judío lleva al hospital a su mujer le dice al doctor "nos quebramos el brazo", "estamos esperando un bebé" "nos cambiamos de casa", nos, nos, nos... lo que le sucede a la mujer le sucede a ambos.

Nuestra sociedad hoy dice lo contrario, tu dinero y mi dinero, tus hijos y mis hijos, tu comida y mi comida, el hábito del "NOS", esa pluralidad que denota armonía y entendimiento está escaseando en la actualidad, "tu problema no el mío", olvidando que Dios desde el momento de su unión ya no los ve como dos individuos sino más bien como una misma alma, que al estar en el mismo sentir son capaces de crear algo eterno como lo es la concepción de una nueva vida.

No apoyo al feminismo porque tampoco es el orden que Dios ha establecido, pero si estoy muy de acuerdo con lo que la palabra de Dios enseña y el valor y dignidad que le da a la mujer en la vida el hombre, debemos dejar de pelear con la principal portadora de buenas noticias del hogar, la que siempre pone la nota alegre, la que es capaz de cambiar nuestro día con su sonrisa. La mujer es el único ser de limitarse y entregar su vida "literalmente", para regalarnos la dicha de ser padres, durante el tiempo de concepción la mujer se desprende de parte de su vida (calcio, nutrientes, sangre, etc) con el fin de darle a su "hombre" el privilegio de ser papá.

Por mi parte tengo mucho que aprender, la mayoría de veces no alcanzo a dimensionar la bendición que es Carolina (mi esposa) en mi vida, me falta mucho que aprender y espero desarrollar ese maravilloso e importante hábito de tener el mismo sentir, como hombre muchas veces el simple hecho de escuchar pro activamente a nuestras esposas puede convertirse en una ardua tarea, más aun cuando nuestra personalidad es melancólica y lo que tenemos en la mente nos absorbe un 80% de nuestra capacidad de escuchar.

Pablo le dice a sus lectores, hay que esforzarnos por ser y estar en el mismo sentir, principalmente en el matrimonio. Hombres hay mucho que trabajar....!!!

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