viernes, 21 de septiembre de 2012

Luchando con el pasado


Es increíble como el pasado puede hacernos tanto mal y afectar nuestro presente y futuro.
Todos hemos sufrido el pasado de manera positiva o negativa, y es de esa misma cuenta que nosotros 
accionamos o reaccionamos en nuestra vida.

Cómo quisiera que mi cerebro recordara solo los buenos momentos que he vivido y que borrara de un solo tajo los malos recuerdos, lamentablemente, no trabaja de esa manera!!!

Pareciera como que nuestro cerebro se convirtiera por lapsos de tiempo, en nuestro enemigo más acérrimo, conociendo bien el momento y el lugar preciso para hacernos sentir su aguja ponzoñosa, y generalmente utiliza a las personas más allegadas a nuestras vidas.

Pablo, un perseguidor de los seguidores de Jesús, recibe una sorprendente experiencia que cambia totalmente su manera de ver la vida, se encuentra cara a cara con el mismo Dios, lo cual transforma completamente su vida, convirtiéndose entonces en un emisario de las buenas nuevas de Jesús.

En una de sus famosas cartas, pablo nos relata como El adolece de un padecimiento, una espina en el zapato que no lo hace estar conforme consigo mismo, El declara que es un aguijón
.
Algunos dicen que era una enfermedad en los ojos, otros dicen que era un padecimiento de la espalda y otros dicen que en las manos o pies.

No se sabe que era lo que molestaba a pablo, lo que si estoy seguro es que su pasado bien  podría describirse como  un “aguijón en la carne”.

Qué difícil debe haber sido lidiar con la culpa del pasado, con los crueles señalamientos de los que lo conocieron y le sabían todas sus malas pasadas, cómo poder estar de pie y hacer como si nada había sucedido y tener la gallardía de enseñarles la palabra de Dios sabiendo el lastre del pasado que se esmeraban en colgarle de nuevo.

Esa es la misma lucha que debemos enfrentar nosotros hoy en día, los que están más cerca de nosotros son los más crueles y saben cómo utilizar nuestro pasado para causarnos las heridas más profundas, esas que nos dejan literalmente con el corazón perforado.

Pero hay alguien que utiliza nuestro pasado para hacer de nosotros personas diferentes y mejores, la cuestión acá es decidir a quién creerle, me quedo con la culpabilidad y el rencor, o pongo mis ojos en Jesús, el que siempre es fiel y nunca piensa mal de mí, dice su palabra que sus pensamientos para con nosotros son de bien y no de mal, por fin!!! Alguien que no piensa mal de nosotros, que nos cubre con misericordia y nos corrige con su amor….  

     








No hay comentarios:

Entrada destacada

Llueve!!

Esta noche mientras llueve lentamente, empecé a reflexionar sobre lo efímero de la vida, sobre lo volátil del ser humano ante las cosas inta...