Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos...y le hizo una túnica de muchos colores. Génesis 37:3
Los seres humanos somos creadores, ya sea por necesidad, trabajo o pasatiempo el hombre dedica buena parte de su vida en estar creando. Desde una buena cena, un proyecto escolar hasta una maquinaria industrial, todo es consecuencia de uno de los atributos divinos con los que fuimos hechos: ser creadores.
Esto tiene lógica, pues nuestro Padre de donde venimos es el CREADOR de todo lo que existe, nosotros incluidos; tan es así, que Dios hasta el día de hoy sigue creando en beneficio de sus hijos. EL sigue creando matrimonios, sigue haciendo milagros, sigue alegrando gratamente el corazón del hombre,
Israel (Jacob) tiene dentro de su numerosa familia un hijo que es diferente a los demás, hay algo en él que hace que este padre no solo pose su corazón, sino también sus ojos en este muchacho, pero no estamos hablando de sus ojos naturales sino los ojos del alma, del espíritu.
Es muy importante para nosotros como hijos de Dios el poder tener nuestros sentidos espirituales despiertos y bien activos para poder discernir el ambiente que nos rodea, principalmente el ambiente espiritual para que tengamos una perspectiva de cual es la voluntad agradable y perfecta que el cielo nos está indicando que debemos seguir.
Y Jacob decide entonces que necesita hacer algo para ayudar a cuidar y proteger a este muchacho porque tiene una asignación de parte de Dios, entonces decide hacerle una túnica de colores para que no solo él sino todos supieran que algo especial se estaba gestando en el interior del joven José.
Cada uno de nosotros tiene un José, un hijo que se gestó en nuestra mente, una idea, un sueño, un propósito, un anhelo o una palabra de Dios que se hizo un rema, una promesa...una esperanza. ¿Ya identificó el suyo?. Yo tengo muchos suspiros delante de Dios, peticiones personales y proyectos que he identificado que están dentro de la voluntad perfecta de Dios y me emociona mucho saber que el Señor tiene preparada todas esas muestras de bien para mi vida.
Pero hay un detalle, ese sueño, ese anhelo que tanto amamos, ese proyecto que esperamos en Dios se lleve a cabo, ese José necesita que le hagamos una túnica, que lo cubramos con fe, que lo abonemos con esperanza, que cada día lo pongamos en las manos de Dios. ¿Están nuestros proyectos y propósitos cubiertos? cada semilla necesita ser escondida en la tierra para protegerla de agentes externos que puedan hacerle daño, de la misma manera nosotros debemos vestirnos de la palabra de Dios para poder mantenernos con fe creyendo en las promesas de Dios sin dudar.
Fue el mismo Jacob el que le hizo la túnica de colores a José, somos nosotros mismo lo que debemos cuidar nuestras peticiones y anhelos con fe y confianza en el que todo lo puede, sabiendo que a su tiempo si no desmayamos, veremos cada uno de esos sueños cumplirse en nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario