jueves, 6 de julio de 2017

Promesas

Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo.... 2 Corintios 2:20 NTV

Todos en algún momento de nuestra vida nos enamoramos de las promesas.
Y es que hemos sido expuestos a las promesas desde muy pequeños, cuando nuestros padres nos llenaban los oídos de sus mejores intenciones, las cuales la mayoría de veces no pasaban de ser eso... buenas intenciones.

Aún yo mismo he sido presa del juego de las promesas con mis hijos, que con el hecho de hablar a la ligera muchas veces termino sin poder cumplir(con razones justificadas, según yo) a las promesas que han quedado guardadas inocentemente en el corazón de mis pequeños, los cuales tienen la cualidad (como todo niño) de no olvidar cada una de las palabras que salen de mi boca, sobre todo las que les beneficiarán con algún juguete, golosina o paseo. Los niños son así por naturaleza, crédulos, apasionados de las promesas, simple y sencillamente porque saben que tarde o temprano obtendrán el motivo de sus anhelos, simplemente mamá o papá lo dijo y eso es ley, secumplirá de un momento a otro, pero...lo difícil es crecer, convertirse en un adulto y dejar de creer en las promesas por la decepción de haber experimentado a lo largo de nuestra vida promesas que nunca se cumplieron por parte de quienes las profirieron.

Dios ha prometido muchas cosas para los que creen en El pero luego de muchos éxitos y fracasos con respecto a las promesas, creerle se vuelve una tarea complicada.
Sin lugar a dudas por eso nos dice en Su palabra que debemos ser como niños para entrar al reino de Sus promesas...

A nadie le gusta que le prometan y no le cumplan, es un deseo con el que el ser humano fue creado, todos traemos una medida de fe, desde el pequeño infante que cree fielmente la palabra de su padre...hasta el hobre más maduro al cual le ofrecen un aumento de salario o promoción en su lugar de trabajo.

En medio de este mundo infiel e incapaz de cumplir lo que promete, Pablo nos recuerda en esta ocasión: todas las promesas que Dios nos ha hecho se han cumplido en Cristo Jesús... en nuestro contexto significa que teniendo al hijo dentro y con nosotros...prácticamente tenemos todas las promesas plásmadas en las escrituras...maravilloso, ¿no lo cree?.

Necesitamos volvernos como niños y enamorarnos de las promesas, de Jesús... de ese Dios fiel que nunca cambia. Podemos ser defraudados por el hombre, pero jamás por nuestro Padre celestial... si es que tenemos a Jesús con nosotros, claro!!!

¿Qué le ha prometido el Padre? ... no se desespere, si Jesús está con y en usted... la promesa se cumplirá!!!!




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