lunes, 4 de marzo de 2013

Iglesia...lo que se ha olvidado

Hay ciertos conceptos que a manera personal escribiré acerca de la iglesia cristiana.
Al utilizar el término "iglesia" no me refiero a instituciones u organizaciones, más bien, a las personas que conforman el cuerpo de Cristo.
Lo que se ha olvidado.... por tratar de innovar o instalar nuestra libre voluntad hemos dejado de hacer muchas cosas que son básicas e importantes al ser llamados pueblo de Dios.

Perfeccionar a los santos

En la vida existen dos clases de trabajo. Está el que a simple vista se puede destacar y admirar. No necesitamos hacer mucho para que se note. Generalmente es el que nos llena de "orgullo"... yo soy licenciado en administración de empresas -yo soy líder de jóvenes - yo soy maestro- yo predicador- yo pertenezco al grupo de  personas que se encargan de evangelizar... labores que se ven y son admirados por las personas.

La otra clase de trabajo es silenciosa. No grita pero ahí está. Tal vez no sea el más reconocido, pero de el dependen muchos otros que sí se ven.

La iglesia hoy por hoy está ocupada tratando de hacer el evangelio lo más parecido a la corriente del mundo para hacerle más fácil la entrada a los que no conocen a Dios.

Shows al más alto nivel de entretenimiento profesional. Motivadores de primera para elevar el auto estima del grupo de servidores. Música "alternativa" para que sea del agrado de todo el mundo. Quitemos el nombre propio "Jesús"  en las letras de nuestros cantos y sustituyamos por el artículo genérico "EL" o peor aún, "TU".

La frase "te amo" en nuestras alabanzas es tan genérica y ambigua que ya no se sabe si está siendo atribuida a Dios ó a la jovencita que llega a la iglesia con ropa sugestiva y que provoca "amor" en los jóvenes".

Uno de los papeles fundamentales de la iglesia es perfeccionar a los santos.
El asunto es que los "santos" modernos de las iglesias son todo menos santos. No hay nada que los distinga.
Puede ver dos greñudos con arete en la calle y no distinguir quién es el miembro de la "iglesia".

De nada sirve traer gente a las iglesias si no están siendo perfeccionadas en la santidad, ni transformados  por la palabra. Podemos tener mega iglesias llenas de cristianos amorfos, que se climatizan a cualquier ambiente, y declarar que trabajamos para la obra de Dios.
La iglesia se ha olvidado de perfeccionar a los que son apartados para Dios. No sirve de nada la congregación que no se consagra ni prepara una vida agradable a su Señor. Nos preparamos para agradarnos a nosotros mismos presumiendo con talentos y dones prestados, construcciones de lujo, radio, televisión y todos los medios tecnológicos que están a nuestro alcance, en lugar de vestirnos de humildad y caminar en santidad por la vida haciendo lo que le agrada a EL.

Televisión, radio, conciertos, todo eso está bien si nuestro propósito es traer a las personas a un encuentro genuino con Dios. Sin pre-vendas, sin chantajes, sin subterfugios carnales. Además de eso necesitamos amar a los que se acercan a la iglesia de tal modo que anhelemos y ayudemos para que los frutos del Espíritu permanezcan en ellos.

El evangelio se lleva puro, o se hace más daño que bien.
La santidad distingue
El "evangelio barato" te hace uno más del montón
La santidad te hace raro
El "evangelio light" te hace común
La santidad te da un status de identidad y autoridad espiritual
El "evangelio moderno" solo puede darte la satisfacción de pertenecer a la "mega iglesia  tal...."
La santidad hace que los demás se acerquen a Dios por tu manera diferente de vivir
La "iglesia de hoy" te regala entrada gratis a conciertos, cine y parques recreativos si te congregas

El propósito de los ministerios de la iglesia ( que son únicamente cinco) es el de perfeccionar a los santos, pero la mayoría se preocupan más por la cantidad de "invitados" para cubrir la planilla de su iglesia, que el crecimiento y la salud espiritual de las mismas.
Si la iglesia no nos enseña a vivir en santidad...¿quién lo hará?











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