sábado, 25 de febrero de 2012
La lección de David
Que difícil es luchar cada dia contra las asechanzas de enemigo, la palabra de Dios nos dice claramente que debemos sufrir persecuciones y pagar el precio de ser evangélico.
El asunto es cuanto estamos dispuestos a pagar con tal de ser fieles a Dios y mantenernos firmes en su palabra.
Muchos cristianos miembros activos de congregaciones cambian frecuentemente la firme esperanza de la palabra por un "bien" que "viene" de la mano de Dios anteponiendo nuestro deseo de recibir en lugar de esperar la perfecta voluntad de Dios.
David ha pecado, mejor dicho, ha cometido muchos pecados, codiciar la mujer de su prójimo, adulterar, mentir, matar y muchas otras cosas en su episodio con Betsabe, pero con todo eso tenía una verdad que lo colocaba en una gran ventaja sobre nosotros "sabia quien era Dios", el habia conocido la misericordia de su Dios y entendía que si confesaba su pecado y se arrepentía Jehová era capaz de perdonar su pecado.
En repetidas ocaciones hacemos lo opuesto a lo hizo David, corremos a esconder nuestras malas acciones(léase pecados) olvidando que no hay lugar donde podamos huir de presencia, no sabemos actuar ante el Padre de misericordia sino que nos sentamos en la silla de la conmiseración esperando que los hombres entiendan nuestro proceder cuando su palabra dice que solo Dios puede entender el corazón del hombre.
Es momento de actuar y pedir perdón a Dios y a quienes hemos ofendido y ponernos a cuentas para verdaderamente caminar en vida abuendante, esa que Jesús nos vino a otorgar...
Bendiciones
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