Para la tradición religiosa, Jesús resucitó un día domingo...
Como seres humanos tenemos un sentimiento innato por inquirir acerca de la vida y del creador de la misma, Dios, y este hecho nos pone frente a la realidad que existe alguien que está más allá de nuestra razón, creador de todo lo que existe, y por quién existen todas las cosas.
En esta época algunos reflexionan sobre el sacrificio de Jesús y su resucitar de la muerte, pero más allá de actos eclesiásticos y unos cuantos días de esparcimiento familiar, no queda nada...nada en el alma, mucho menos en el espíritu, solamente vacío
Son las cuatro de la mañana y los fuegos pirotécnicos ya se escuchan en "templo de la ciudad", este día será el último de la temporada en la que las personas devotas acudirán para abarrotar sus liturgias, el último instante para hinchar el pecho y proclamar que "él ha resucitado".
Pero después que baje la efervescencia del momento, que todos regresen a sus casas con sus pieles bronceadas por el sol de las playas, nadie se acordará de su "salvador" y de la emoción del momento.
Hoy día lunes, la mayoría vuelve a sus quehaceres laborales olvidándose por completo de Jesús, hasta la semana de agosto donde celebran al "salvador del mundo"... mientras tanto no se vuelve a mencionar el nombre del Salvador, a menos que pase alguna contingencia su nombre no será pronunciado por mucho tiempo...
Emociona mucho ver las diferentes historias hollywoodescas que dan vida a la pasión de Cristo, el Mesías que murió por la humanidad, pero pasada la semana "santa", volvemos a arrinconar el fervor religioso y el remordimiento de conciencia...
La pasión de Cristo Jesús va más allá de todo el aparato religioso, es la historia de amor más hermosa pero la más ignorada por la humanidad, unos se recuerdan de ella por seguir la agenda del calendario, otros aprovechan para hacer sus peticiones y rogar por algún "milagro", y... porqué no, agradecer su "providencia".
Irónicamente, el consumo de bebidas embriagantes, los asesinatos, robos y otras situaciones negativas son las que sobresalen en la famosa "semana santa"... Recordar la pasión es tener en mente que cada vez que comentemos pecados estamos pisoteando Su sangre, menospreciando todo su sacrificio, es saber que debemos vivir para agradarle debido a su entrega total e incondicional...
Hasta que empecemos a comprender la profundidad del sacrificio mesiánico podremos con humildad entender lo que Isaías 53 declara sobre mi amado Jesús...
Como seres humanos tenemos un sentimiento innato por inquirir acerca de la vida y del creador de la misma, Dios, y este hecho nos pone frente a la realidad que existe alguien que está más allá de nuestra razón, creador de todo lo que existe, y por quién existen todas las cosas.
En esta época algunos reflexionan sobre el sacrificio de Jesús y su resucitar de la muerte, pero más allá de actos eclesiásticos y unos cuantos días de esparcimiento familiar, no queda nada...nada en el alma, mucho menos en el espíritu, solamente vacío
Son las cuatro de la mañana y los fuegos pirotécnicos ya se escuchan en "templo de la ciudad", este día será el último de la temporada en la que las personas devotas acudirán para abarrotar sus liturgias, el último instante para hinchar el pecho y proclamar que "él ha resucitado".
Pero después que baje la efervescencia del momento, que todos regresen a sus casas con sus pieles bronceadas por el sol de las playas, nadie se acordará de su "salvador" y de la emoción del momento.
Hoy día lunes, la mayoría vuelve a sus quehaceres laborales olvidándose por completo de Jesús, hasta la semana de agosto donde celebran al "salvador del mundo"... mientras tanto no se vuelve a mencionar el nombre del Salvador, a menos que pase alguna contingencia su nombre no será pronunciado por mucho tiempo...
Emociona mucho ver las diferentes historias hollywoodescas que dan vida a la pasión de Cristo, el Mesías que murió por la humanidad, pero pasada la semana "santa", volvemos a arrinconar el fervor religioso y el remordimiento de conciencia...
La pasión de Cristo Jesús va más allá de todo el aparato religioso, es la historia de amor más hermosa pero la más ignorada por la humanidad, unos se recuerdan de ella por seguir la agenda del calendario, otros aprovechan para hacer sus peticiones y rogar por algún "milagro", y... porqué no, agradecer su "providencia".
Irónicamente, el consumo de bebidas embriagantes, los asesinatos, robos y otras situaciones negativas son las que sobresalen en la famosa "semana santa"... Recordar la pasión es tener en mente que cada vez que comentemos pecados estamos pisoteando Su sangre, menospreciando todo su sacrificio, es saber que debemos vivir para agradarle debido a su entrega total e incondicional...
Hasta que empecemos a comprender la profundidad del sacrificio mesiánico podremos con humildad entender lo que Isaías 53 declara sobre mi amado Jesús...
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