martes, 22 de abril de 2014

Los hijos no se pierden en la calle...

El día de ayer leí esta frase y luego de meditar un poco contiene una gran verdad y quise compartir estos enunciados:

El bebé no aprende a decir groserías en la calle...las aprende de papá.

El niño no aprende a mentir afuera de la casa, empieza escuchando a sus padres.

La niña no sabe cómo se hace para ser manipuladora, pero papá se viste de alcahuete para fomentar esa condición.

El niño no aprende a saludar con un "hola" a los mayores en la guardería, lo aprende en casa porque sus padres no le enseñan a decir "buenos días", "buenas tardes", "buenas noches".

Los jóvencitos no piden las cosas "por favor" ni dicen "gracias" al recibir algo, crecieron con la cultura de "todo me lo merezco".

Los estudiantes no encuentran los vicios en sus compañeros, los ven desde pequeños en la mesa del comedor.

Los jóvenes no necesitan salir a la calle para ser brabucones y violentos, ven a mamá y papá en contienda todo el día...todos los días.

Los muchachos no respetan al adulto mayor, porque los padres no les inculcaron el honrar a sus abuelos.

El niño no aprende a robar en las afueras de la ciudad, empieza cuando lleva cositas de otros niños a casa y mamá no le pregunta de dónde los ha sacado.

Los hijos no se pierden en la calle... se pierden en casa, frente a las narices de mamá y papá que se ocupan más en pelear entre sí, que en instruir a los pequeños para poder desenvolverse ante la sociedad.

Si en casa los padres no proveemos a nuestros hijos con el ropaje adecuado para salir a la vida, entiéndase  por ropaje: temor a Dios, respeto, humildad, honra, honestidad...la juventud seguirá congelándose afuera en las calles, no habrá nada que impida que cualquier viento entre y cale sus huesos, produciendo muerte en lugar de preservar la vida....

El principio de la sabiduría es l temor a Dios...Proverbios 1:7

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