jueves, 21 de enero de 2016

Cisternas

Gn 37:20 La Biblia Textual 3a Edicion
Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus sueños.


Todos tenemos sueños...
Recuerdo cuando estaba pequeño tenía muchos sueños, por mi temperamento flemático - melancólico no me cuesta mucho divagar entre mis pensamientos.
Los sueños son los que impulsan al alma a seguir luchando, a esforzarse...
Tengo presente las innumerables horas practicando lecciones de piano y las incontables veces que la abuela me decía: "todavía se escucha desafinado ", bendito oído musical que me corrigió mis desafines hasta que cumplí mi sueño (y el de ella jejejeje )de tocar el dichoso instrumento...era el sueño...
El enemigo sabe que Dios está en control de nuestra vida, por eso muy sutilmente quiere que no creamos, que perdamos la esperanza...que nos despojemos de nuestros sueños...y qué mejor que meternos en una cisterna.
José no estaba luchando contra sus hermanos, no tenía porqué hacerlo si sus vestiduras hablaban por sí solas que era el preferido, pero había alguien más tratando de impedir la continuidad de una descendencia, impedir el surgimiento del pueblo de Dios...

Los planes de Dios son de bien y no de mal para sus escogidos, los sueños que están alineados a Su voluntad siempre están destinados a prosperar, podemos atrasar o detener el tiempo, pero sus promesas se cumplirán.

Solamente hay un pequeño detalle en este asunto...las cisternas.
El enemigo se encarga de prepararnos cisternas para desanimar nuestros corazones e impedir que se lleve a cabo el plan de Dios para nuestras vidas.
¿con cuántas cisternas de menosprecio nos hemos encontrado? El despreciar o desvalorizar a las personas es una cisterna cruel, húmeda,  oscura y tortuosa.
¿y qué me dice de la cisterna de la burla o de la enfermedad??

Lo maravilloso de las cisternas es que aún en ellas hay preservación de vida, así como en el relato de José donde su hermano mayor permitió que en lugar de matarlo lo metieran en una cisterna, así Jesús cuida de nosotros, de mantenernos con vida para no soltar nuestros sueños, nuestros llamados...su plan perfecto en nuestras vidas.

José no se imaginaba que al salir de la cisterna cambiaría totalmente su vida, que no fue un jardín de rosas pero si el principio de ver sus sueños convertirse en realidad...

Humillaos..

La vida que Dios quiere que vivamos es una vida equilibrada para que pueda ser plena y en abundancia, al decir abundancia no me refiero a las cosas materiales sino a tener un alma prosperada..

Ser humilde no significa ser perfecto, es encontrar un punto de retorno...
Cuando se empieza a recorrer la carretera de la soberbia y la altivez vamos cuesta abajo y sin frenos, llevándonos por delante a todo lo que se nos atraviesa, incluyendo personas. Es en este punto donde la humildad nos permite frenar y retomar la dirección correcta...sin la humildad no podríamos rectificar y reconocer nuestras fallas, Dios no espera que seamos infalibles pero sí que tengamos humildad para reconocer nuestras faltas y arrepentirnos delante de Él.

Pedro escribe en una de sus Cartas "Humillaos bajo la poderosa mano de Dios"(1 Pedro 5) y la palabra que utiliza en griego es TAPEINOS que significa entre otras cosas "no crecer tan alto del suelo"...para nuestros tiempos modernos la frase actual sería mantener los pies en la tierra.
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Esta referencia es por los árboles que no importa cuán alto lleguen a crecer no despegarán sus raíces de la tierra, esto nos enseña primeramente que somos polvo, nuestra naturaleza de barro seguirá en nosotros hasta el último segundo que estemos con vida, somos imperfectos y los que reconocen esto siempre se esfuerzan por permanecer en este estado de humildad delante de Dios y permite ser indulgente ante las faltas de nuestro prójimo.

Otro aspecto importante es que no importa la distancia que haya del suelo hacia arriba, sino del suelo hacia abajo...las raíces son las que permiten estar de pie y no ser arrancados ni movidos por los vientos de la soberbia y la altivez.
La raíz es la que nutre, la que alimenta y da seguridad, Jesús se lo enseñó a sus discípulos cuando les dijo que era la vid y ellos las ramas, la humildad requiere conocer a Dios saber que por sobre todas las cosas Su amor y misericordia son eternos.

Humildad no significa que no vamos a crecer, que no vamos a prosperar, lo haremos pero a la manera de Dios...Pedro termina la frase de ese verso diciendo "...y Él los exaltará...", en otras palabras, es Él el que nos hará crecer y prosperar, no son los estudios, la inteligencia o el dinero...es permanecer en actitud humilde delante de Dios, sin creerse más ni tampoco menos, en el equilibrio para poder estar en Su voluntad


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