lunes, 29 de diciembre de 2014

Betsaida...Lecciones de humildad

El ministerio está en su apogeo...Jesús comisiona y da autoridad a sus discípulos para que vayan por los territorios cercanos y obren prodigios y milagros en el poder del Espíritu Santo, y estos, aceptando el reto van por todas partes hablando del evangelio que les ha enseñado su maestro y obrando sanidades y liberaciones por donde pasan...

Pero es el momento de regresar...hay que contarle a Jesús que aún los demonios se les sujetan, que han obrado milagros y sanidades en los pueblos de la región. Seguramente el maestro tendrá a bien felicitarnos, muy probablemente uno de los doce intrépidos pensó que le nombrarían jefe de los demás...a lo mejor Judas pensó en tener asegurado algún puesto político cuando Jesús aplaste al imperio del César...

y...¿quién de nosotros no piensa en lo mismo al obtener algún logro o alcanzar una meta?
Pensamos que Dios se sorprenderá de nuestra inteligencia, creemos que es gracias a nuestros esfuerzos que obtenemos el éxito porque somos capaces en nuestra humanidad...si es cierto, Jesús intercede por mí...pero Yo lo hice!!!

Cuando se alcanzan logros también se ensancha el ego, mientras más grande el éxito...así de agrandadas estarán las ínfulas del ser humano, a quién no le gusta que digan su nombre con voz altilocuente y celebren sus triunfos...

Lo que ellos no saben es que Jesús les espera listo para enseñar un par de lecciones para bajar el latir de sus envalentonados corazones. Mientras ellos pensaban que les alabaría sus logros, su maestro piensa en la oportunidad de mostrarles que su alegría debe radicar en lo simple y básico del evangelio: eran parte de la familia de Dios!!

Luego de escuchar el revuelo que llevaban los doce tratando de contar lo que habían experimentado, Jesús les dice que le acompañen a descansar...a Betsaida!!
Se imagina el impacto que provocó en el corazón de los discípulos al ir a su pueblo natal, se imagina a Pedro llegar a su barrio, a su familia, a sus amigos!! Qué gran oportunidad de hacer alarde de sus logros...

Lo que no tenía en cuenta es que los recuerdos servirían para darles la primer lección de humildad...
Lo primero que estos pescadores fueron a revisar era el negocio de la familia, cómo andaba la cooperativa de pescadores de la zona...el negocio de sus padres...

Luego de caminar por la orilla del mar de galilea, Pedro recuerda un pasaje que marcó su vida precisamente en ese lugar hace poco más de un año...
Se recuerda de aquella noche en que estaban angustiado porque no había salido para llevar el sustento de sus casas...no habían pescado nada en toda la noche...
Pero llegó Jesús!!! y con una palabra, una orden que salió de su boca, hicieron el negocio dela mes...

Pedro recuerda esa lección...la primera que su maestro le enseñó... no es por el conocimiento ni por la inteligencia, no es por el carisma o don de gentes....es porque Jesús les ordenó con Su palabra que ellos alcanzaron el éxito en esa ocasión, y en esta también...los milagros y señales no eran por sus méritos, fue porque Jesús les dio potestad de hacer todas esas cosas....

Lección de humildad número 1...

continuará.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

La esterilidad perdió nuestra dirección!...

¨No hay posibilidad que usted quede embarazada¨, fueron las palabras de la doctora que atendía a mi esposa hace casi cinco años...

Cuando mi esposa y yo nos casamos nunca nos imaginamos que según la medicina, mi esposa no tendría oportunidad de gestar en su vientre a un bebé...lo que toda pareja anhela! hacíamos proyectos acerca de nuestros hijos, lo común...el nombre, el sexo...en fin, todo lo que ilusiona a un hombre y una mujer que se aman.

Por otro lado, estaba nuestra fe en Dios...nosotros pensábamos que como hijos de Dios no estábamos  vulnerables a este tipo de cosas, esas cosas negativas no le pasan a los hijos de Dios... Eso creíamos hasta que llegó el primer embarazo... Al mes y medio de casados mi esposa ya estaba esperando... Fue así como empezamos a ilusionarnos y lo primero... Ponerse en control médico... Pero esa ilusión duró muy poco tiempo.....

Luego de la pérdida del pequeño,  de pasar por ese amargo momento de ver truncada la ilusión de un bebé, dos años después fue que la doctora dictaminó por medio de los análisis médicos, que mi esposa no tenía posibilidad de concebir... Es más!!!... Estaba en los umbrales, ¨¡según ella!¨, de una seria enfermedad (principios de cáncer) ...

En esos momentos la fe es lo único que queda; la esperanza es la que mantiene esa llama encendida... solamente creer en Dios y esperar en sus promesas hizo que mi esposa gestara esa batalla de fe en su corazón... No sé cómo le hacía... Pero en contra de la corriente ella siempre esperaba un milagro en su vida... En nuestro matrimonio...

Días después cuando estaba a unos días de comenzar su tratamiento en contra de la enfermedad ella sufre una terrible hemorragia, sin saber que Isaí nuestro primogénito ya estaba en su vientre... Pero esta hemorragia no se debía a su embarazo, sino a que Dios ya estaba preparando su matriz aun con el niño dentro, EL ya había hecho dos milagros en uno....  El embarazo y el milagro de sanidad en mi esposa.....

En medio de aquella tormentosa dificultad, sin saberlo estábamos a punto de recibir la noticia que tanto habíamos esperado por casi tres años de matrimonio...  Seríamos padres!!!...

Esto sucedió en el momento menos esperado ...

Hoy hace cuatro años, Dios nos bendijo...con una cuota de confianza, nos encargó parte de Su herencia para instruirlo y guiarlo para que camine bajo la voluntad de su Señor...del que le dió la vida... Literalmente!!!...

Bendigo a Dios por la vida de mi esposa, mujer de fe, guerrera y atrevida para arrancar un milagro de esa magnitud del corazón de su ABA. Ella me ha enseñado a confiar en Dios y a creer en Su palabra... Arrancar del cielo su milagro, no fue fácil, ni fue de la noche a la mañana... Vi como Peleó su batalla en silencio sin darse por vencida a pesar de todo pronóstico y señalamiento... La ciencia misma se quedó sorprendida ante ese desafío a base de fe.... Hoy en día somos felices,  padres de dos preciosos hijos... Isaí y Eliana...

Mi primogénito... Te bendigo, gracias por enseñarme tanto sobre el amor de Dios... Tu vida me hace ver la paternidad de Dios con otra perspectiva, te amo y espero en Dios poderte equipar y preparar para cuando escuches la voz de Jesús, puedas reconocer al motivo de tu existencia, al Señor que se asoció con papá y mamá para que vinieras al mundo a mostrar Su gloria...Te amo Isaí!!!

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