martes, 18 de febrero de 2014

La educación...cuenta regresiva

Hoy en día los grupos sociales luchan por una educación y sistema de salud gratuitos, haciendo a un lado a Dios y poniendo en su lugar una ideología o sistema de aparente "igualdad".
Tanto la salud como la educación son gratuitas mis amables lectores, bueno el derecho a piso para las dos fue pagado por Dios, pero es cuestión de nosotros el activar y ejercer este derecho divino.

La salud está al alcance de nosotros desde que Jesús llevó todas las dolencias en su sacrificio por la humanidad, sólo resta activar este derecho con la Palabra de Dios.

La educación, de igual manera está al alcance de todos y es nuestro derecho el ejercerla, el asunto es que queremos que la sociedad se encargue de hacer a lo que nos corresponde a nosotros.

La educación es gratis... Y empieza por la casa, el hogar, la cuna. Lo que sucede es que los padres queremos mandar a las guarderías y kinders a nuestros hijos para que los eduquen, cosa que nos compete a nosotros, papá y mamá.

La educación es gratis, empieza en la casa con el ejemplo y la integridad, pero más que gratis y necesaria, la educación es una cuenta regresiva, es un cronómetro que nos va restando tiempo, valioso tiempo para guiar a nuestros hijos en su edad temprana, mínimo son seis o siete años, después de eso solo es de esperar y ver los frutos de la labor de educación que hemos desempeñado.

Las guarderías o kinders y el estado no pueden hacer nada al respecto, ellos se encargan de transmitir información, conocimiento, pero la educación es parte de la familia, de los matrimonios, de mamá y de papá.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Tormentas y tempestades...¿para quién?

Muchas veces creemos que el vivir el evangelio de Dios es un camino lleno de rosas y claveles, y es que algunos predicadores buscan parecer más buenos que Dios con el fin de mantener lleno el templo, aunque dejan vacía el alma y el espíritu de sus seguidores, y pretender vivir un evangelio fotocopiado, pirateado, bofo y muy tolerante al pecado y pasiones de este mundo.

Hoy se vende la idea en muchas iglesias que Dios es una aspiradora que succiona de tajo las vicisitudes, que de un soplido paga nuestras deudas y nos quita toda dificultad de nuestro camino, todo para que nosotros tengamos una vida más fácil y ligera al llegar a los pies de Cristo.

Jesús en una de sus parábolas nos enseña un aspecto un tanto diferente al pensar de la mayoría de evangélicos.
El que nos escucha consejo ni guarda la palabra de Dios para obedecerla es semejante a un hombre que decide construir su casa sobre la arena, se esmera por ponerle el piso más brillante y lujoso, el techo y los ambientes de su casa son dignos de ser envidiados, pero resulta que su fundamento está fundado en algo tan liviano y frágil como la arena.
Resulta que vienen fuertes vientos y tempestades que a las primeras de cambio derriban la casa por completo.

El segundo hombre de la narración es el  que escucha la palabra y la guarda para obedecerla, construyendo su casa sobre roca sólida, su fundamento es firme e impide que los vientos y tempestades la derriben.
El asunto es que tanto el hombre necio como el sabio recibieron vientos y tempestades, ambos sufrieron los mismos ataques. Dios no dijo "este mi hijo es sabio, que no pase por tempestades en su vida, esas que sean solamente para los necios", para nada mis amados, al contrario, los mismos escenarios para ambos, con la diferencia que uno tenia su fe puesta en Cristo y en su palabra.

El problema no son los problemas, más bien, el problema con los problemas es cuando nuestro fundamento no es Jesús, nuestra roca sólida.....problemas siempre tendremos, pero igualmente a nuestro lado está el Señor vencedor peleando por nosotros y fortaleciendo nuestra fe...

martes, 4 de febrero de 2014

...Y tengan por seguro esto...

La gran comisión de Jesús en Mateo 28: 19,20 Versión TLA
19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,[b] bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».

Muchas veces hemos hecho ésta declaración con fe y determinación para levantar nuestro ánimo, "Jesús prometió estar conmigo todos los días hasta al fin del mundo". Sin embargo, no nos percatamos que esta premisa está condicionada a una acción, enseñen a obedecer todos los mandatos que les he dado.

Su promesa es fiel e irrevocable: estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, el asunto es que no podemos obviar que debemos actuar conforme al mandato de la orden; Jesús nos manda a hacer discípulos y enseñarles a los demás a obedecer los encargos divinos para poder contar con el respaldo y la aprobación de Dios en nuestras vidas...Quiere decir que la gran comisión no es tan fácil y sencilla como la hemos tomado, al contrario, requiere de pasión, sacrificio, santidad, consagración y vida.

La forma de enseñar a guardar los mandamientos que hemos aprendido por medio de la palabra divina es precisamente viviendo esa palabra. No podemos catalogarnos de hacer discípulos si todo se queda en pura retórica y religión; no puede ser posible que hablemos de la santidad y el amor de Dios que se encuentra en las escrituras y nuestro diario vivir esté muy distante y lejos de apegarse a nuestro pregón.
Pero...¿cuales son "todas las cosas" que debemos enseñar en nuestra comisión de discipular?
Sus mandamientos son encargos que el Padre Eterno nos ha dejado para no perder la comunión divina a la cual tenemos derecho por el sacrificio de Jesús, es decir que necesitamos vivir conforme a la palabra de Dios y comenzar a discipular con nuestro vivir en devoción a nuestro Señor.

Estamos viviendo el tiempo en el que los sermones trillados del día domingo ya no son suficientes, estamos ante una sociedad y generación que necesita ver  a Jesús en el diario vivir, en los hogares, escuelas, oficinas, en todo lugar, es imperante que su luz irradie hasta el rincón más obscuro y tenebroso, y para dicha tarea estamos nosotros sus discípulos para refractar la luz de Cristo.

Tenemos un llamado y una responsabilidad que cumplir, eso sí anhelamos que Jesús esté respaldando su palabra a cada instante todos los días hasta el fin de los tiempos...Hagamos discípulos!!!!




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