martes, 27 de noviembre de 2012

Presencia o apariencia, qué ves?. Segunda parte

Una de las áreas espirituales con las que más cuesta luchar es con la apariencia.
Todos más de alguna vez hemos aparentado con una sonrisa que estamos bien cuando la realidad es otra, con un rostro serio cubrimos nuestras inseguridades, con una sonrisa a medias maquillamos la falta de fe, hasta la respuesta de cortesía a una saludo es apariencia, siempre decir que estamos bien aunque nuestro interior se esté cayendo en mil pedazos….la bendita apariencia.

Pero hay lugares donde no puedo aparentar nada, hay espacios donde no puedo ocultar lo que soy.
El  primer territorio donde me conocen muy bien se llama “casa”, y las personas que saben al dedillo cuando estoy alegre o triste se llaman esposa e hijos; imposible aparentar fortaleza ante mi esposa cuando mis ojos dicen lo contrario, ella sin yo haber pronunciado palabra alguna, sabe que pasa algo conmigo; imposible engañar a nuestros hijos, nos conocen muy bien y saben cuando mamá o papá están actuando raro.

Pero todavía hay ciertas cosas que puedo aparentar sin que nadie en casa se dé cuenta, puedo jugarles la vuelta, más con Dios no existe tal cosa, a El no podemos engañarlo, no podemos mentirle ni jugarle la vuelta, mucho menos burlarnos de Su omnipresencia, El es Dios.

El asunto es que preferimos vestirnos de apariencia en lugar de buscar su presencia, preferimos fingir una sonrisa que ir al lugar donde hay plenitud de gozo, preferimos callar ante la aflicción antes de llegar a su presencia para descasar en El… preferimos la apariencia.

Mientras callé mis huesos morían, fue lo que el Rey David exclamó en uno de sus Salmos; cuánto tiempo pasó David aparentando integridad delante de Dios, fingiendo ante su pueblo que todo estaba de lo mejor sabiendo que llevaba sobre sus hombros el homicidio de uno de sus mejores guerreros, la calma que aparentaba el Rey iba desfigurando su cuerpo y su interior.

Dejemos a un lado el vestido espurio de la apariencia y utilicemos mejor la presencia de Dios para vencer las circunstancias que nos rodean, volvamos a la casa del Padre, El sabe que no todo es color de rosa, conoce muy bien nuestras limitaciones y por sobretodo, conoce nuestros corazones.

Hasta que descubrí a ti mi maldad y no encubrí mi iniquidad….es lo que continua diciendo el Salmista en su escritura, su presencia es un lugar de aceptación y refugio, nuestro papel es tener la confianza de llegar a ella sin apariencias, tal como somos,  con todo lo que sentimos, para poder recibir perdón, consuelo, amor, esperanza, todo lo que necesitamos se encuentra en su presencia….  

viernes, 23 de noviembre de 2012

Presencia o apariencia, qué ves?

Soy una persona analítica, desde muy pequeño mi refugio fueron los libros porque era muy preguntón, y al no crecer con mis padres hizo que no tuviera a nadie que me explicara como los aviones volaban, los barcos no se hundían, en fin, todo lo que un pequeño utiliza para bombardear de preguntas a los padres, así que me sumergí en los que siempre tenían una respuesta para todo, los libros.

Dentro de todos los libros que tenía a mi disposición en la casa de mi abuela materna siempre tuvo prioridad la Biblia, desde que aprendí a leer en ella cuando era un párvulo, no me deja de impresionar y asombrar cada historia y cada enseñanza de Dios en ella.

Meditando acerca de cómo Dios cuidó a su pueblo en medio del desierto, cómo no perecieron de hambre, o de sed, sus vestidos y calzado no se desgastaron, el calor del sol era minimizado por la nube que les cubría y el frío era poco perceptible debido a la columna de fuego.

Pero hay un detalle que me hizo meditar, a la hora de entrar en batalla con las tribus del desierto que se les oponían, la Biblia narra como todos en el desierto temían al pueblo de Israel porque siempre ganaban sus batallas, pero... Cómo una generación de ex esclavos, hombres de barro y lodo, que han vivido haciendo ladrillos para faraón y criando ganado podían hacer que las tribus más diestras para la batalla, las más feroces y sanguinarias de su época fueran acobardadas en su corazón con respecto a Israel???

Muy sencillo, estas tribus de guerreros no miraban la apariencia del pueblo de Israel, ellos sentían terror por el arca de la presencia de Dios!!! Eso los hacia desfallecer, los hacia huir, los confundía, era lo que ellos temían, no la apariencia de los israelitas, sino la presencia de Dios.

Muy a pesar nuestro, muchas veces somos nosotros mismos los que nos desacreditamos al enfocarnos en nuestra "apariencia" en lugar de ver que la presencia de Dios va con nosotros donde quiera que vamos, nos enfrascamos en nuestras debilidades, vemos lo que nos falta en lugar de lo que Dios tiene preparado para nosotros, creemos que no podemos con nuestras fuerzas cuando tenemos a alguien que es todopoderoso para darnos la victoria.

Desde hoy, yo decido no ver mi apariencia, sino en ocuparme para que Su presencia me acompañe donde quiera que vaya, ese debe ser nuestro propósito como pueblo de Dios....
No es por apariencia, es por su presencia!!!!

Asunto de comunicación!!

Hay momentos en los que perece que todo va bien en el matrimonio, luego de cinco años de casados creía que conocía a mi esposa, y viceversa, hasta que sin darnos cuenta nos encontramos en un vértice donde no podíamos dialogar sin terminar alterados y divididos, no se cómo sucedió, retóricamente hablando, porque si soy pragmático y frontal, realmente se lo que ha estado pasando, nos dejamos vulnerar por las circunstancias que ambos hemos pasado.

El asunto es que tal situación nos hizo pedir ayuda pastoral, qué difícil es hacer a un lado el orgullo y reconocer delante de nuestros líderes que tenemos problemas matrimoniales, que no todo es luna de miel, que hay cosas que van sumando y trayendo frustración al matrimonio.

Dándole vueltas al asunto con la intervención de nuestro pastor, descubrimos la fuente de hacía que lo demás se resquebrajara alrededor nuestro:"comunicación".

Cuando pastor Carlos Berges nos dijo que hablamos pero no nos estábamos comunicando, fue algo que me costó asimilar al principio, pero a medida que íbamos platicando de diferentes temas, esta idea se fue aclarando; tenía razón, no nos estábamos comunicando, de alguna manera el dique de la relación a través de la comunicación se comenzaba a agrietar.

Cuantos de nosotros estamos en la misma situación con Dios, hablamos con El a la hora de la comida cuando oramos, en el momento en que necesitamos cerrar la venta que va a salvar el mes, cuando nos urge una repuesta divina, cuando la enfermedad llega, o como algunos, mencionamos el nombre de Jesús sólo cuando alguien por ahí estornuda; no estamos acostumbrados a comunicarnos con Dios, a saber qué es lo que le agrada, cómo quiere que vivamos, cual es su voluntad para nuestras vidas.

Hablamos con Dios, pero no hay comunicación, no le entendemos cuando nos niega un capricho, cuando calla ante nuestras rabietas y pataletas, cuando no nos responde a la hora que nosotros queremos, pero nosotros tampoco atendemos su voz inmediatamente cuando nos llama, no meditamos en su palabra sabiendo que es la fuente de su sabiduría, nos rehusamos a hacer su voluntad, porque l nuestra es más bonita a los ojos de los demás.

Problemas de comunicación con Dios? Estemos atentos a su voz, a su palabra y a obedecer su voluntad, sólo así tendremos una relación espiritualmente sana con nuestro creador y Señor.


viernes, 16 de noviembre de 2012

El Cristiano y la música secular

He leído y escuchado sobre este tema muy a menudo, parece ser que como en todas las áreas de la vida cristiana, siempre se andan buscando cláusulas que permitan ciertas "libertades" dentro de lo que Dios ha establecido en su palabra para hacer la vida cristiana más apegada a la moda y y un evangelio menos cargoso para las personas que no se deciden a seguir a Jesús.

Qué dilema crean los evangélicos con tal de darse chance de coquetear con el mundo, un poquito de esto o de aquello del mundo no le hace mal a nadie, Pablo dijo que todo me es lícito, que Dios nos ha dado libre albedrío para escoger, que si eres un cristiano maduro puedes darte ciertos permisitos, y otra gama de afirmaciones inventadas con el propósito de callar nuestra conciencia y pecar deliberadamente.

Quiero ir por partes en este asunto, primeramente lo del libre albedrío que Dios nos da. Bueno esa parte corresponde primeramente a escoger el sacrificio de Jesús como perdón de los pecados, restauración y redención ante nuestro Padre Dios, en otras palabras, es nuestra decisión de parte de qué equipo jugar, si en el de Cristo o en el del diablo.
Si escogemos estar del lado de Jesús, ya no tenemos voluntad antojadiza, tenemos una ley que nos regula nuestra conducta cristiana, la cual es la palabra de Dios, de tal manera que si soy seguidor de Jesús, debo ajustar mi estilo de vida a como El desea que vivamos, no a como "yo" pienso que se puede vivir.

Cuando Pablo expresa que "todo me es lícito" se refiere a que como cristianos debemos poner límites por motivo de conciencia de los hermanos "cristianos" no por la conciencia de los incrédulos, es decir que todas las cosas que le agradan a Dios me son licitas, pero un momento dado puede causar tropiezo a mi hermano de mi misma fe, en algún momento de la vida tendremos tentación por mentir, pero si eso tropieza a mi hermano, la consecuencia será peor, en nada tiene que ver esto con las cosas del mundo.

La madurez del creyente debe servir para ser más apartado para Dios, para saber guiar a los que apenas van recorriendo el camino, a tener más humildad y a buscar más de Dios y su palabra, no en darnos permisos para participar de las cosas del mundo, un cristiano jamás va a ser lo suficiente maduro como para participar de las cosas del mundo sin dejar de ofender el corazón de Dios.

Y la ultima es la excusa más campeona de todas, no hay música cristiana ni música secular.
La esencia de la música es el mensaje que esta lleva, si el escritor o arreglista es un budista, la música lleva espíritu budista, si la hace un hinduista, pues su contenido es hindú, no me pueden de ir que Dios se agrada que su hijo escuche música hecha por un homosexual, o budista, o ateo, no nos engañemos, si el mensaje de la música no es cristocentrico, no edifica al cuerpo de Cristo. El mundo necesita conocer primeramente a Dios y encontrarse con El para aprender a tratar a su cónyuge, a sus hijo, a la sociedad, por mucho que le cante a mi esposa, eso no va a hacer que un hombre pegador de mujeres deje de flagelar a su esposa, por mucho que le cante al amor, mis oyentes no van a cambiar en los más mínimo, si de eso se tratara, con todas las canciones de amor que hay en el ámbito secular, bastarían para que los hombres tratarán bien a sus esposas y viceversa.
No es con mensajes positivos, es con música que refleje lo que Dios es, no vengamos con excusas baratas para darnos libertad de pecar, Dios es santo, santo, santo y lo que espera de su pueblo es que sea santo como El es santo.
He dicho!!!!


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