martes, 22 de febrero de 2011

Necesidad de ser testigos

En estas últimas semanas he estado pasando por un proceso de fe que ha dejado muchas lecciones a mi vida, como dice mi pastor, en los tiempos de crisis todos hacemos lo posible por alinear nuestros pasos a la voluntad de Dios por medio de la palabra, y mi caso no es la excepción, este proceso me ha hecho acercárme más a Dios y descubrirlo en una nueva dimensión.
Todos en esta vida necesitamoss de personas que nos den el ejemplo a seguir, paradigmas, íconos que nos catapulten a hacer las cosas que creeemos que no podemos hacer, y espiritualmente hablando es de la misma manera, necesitamos gente que nos vaya marcando el paso a seguir en la voluntad de Dios.
El asunto es que a medida vamos caminando en la vida ya no es suficiente tener íconos a quienes imitar, nosotros debemos ser referentes para que los que van con nosotros puedan ser testigos de las maravillas que Dios puede hacer en el ser humano.
Ese es el asunto con la juventud de nuestro siglo, los referentes del mundo son más grandes que los cristianos, los artistas del mundo se tienen más respeto que los ministros de alabanza que andan en doble moral, un roquero se levanta más alto que los siervos de Dios que llenan las iglesias, eso es lo que consume nuestra juventud evangélica, música que no glorifica a Dios, palabras indecentes, vestimenta a la moda del mundo, en fín, todo de lo que estamos rodeados.
Cuando se levantarán líderes perpendiculares delante de Dios que su palabra tenga tal confianza en los jóvenes al grado que estos sean capaces de definir sus pasos, cuando nuestra juventud van a ser testiga de un Dios vivo y verdadero, sola y únicamente cuando nosotros nos dispongamos a cotar con las cosas que nos hacen amigos del mundo y decidamos mostrarles un Dios que es Dios de absolutos, vida o muerte, santidad o pecado, bien o mal, cielo o infierno, no hay purgatorio ni limbo ni medias tintas.
Es un reto para cada uno de nosotros que nuestro prógimo sea testigode un Dios que salva, sana, restaura, liberta, levanta y consuela.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Procesos de Fé

Uno de estos días sostuvimos una pequeña tertulia cristiana con un buen amigo y hermano en cristo, hablamos acérca de la iglesia moderna y ka importancia que ésta crezca de manera integral para la salud de los hijos de Dios y beneficio para los que aún no forman parte del reino.
Resulta ser que en base a las corrientes teológicas o escuelas de pensamiento, así es el fortalecimiento de los asistentes a las iglesias,
Compartíamos con éste hermano que en su iglesia se enfocan con mucho fervor en el evangelísmo, todas las predicaciones van en relación a "ganar almas".
Todo esto está bien, pero de su boca salió una poderosa verdad que es realidad en el pueblo de Dios. El predicar de la salvación está bien para los nuevos, pero la mayoría de los que llenamos los templos los días domingos somos cristianos que ya tenemos cierto tiempo de caminar este modo de vida, y llevamos uno, tres, cinco, diez años escuchando de salvación cuando hace ratos que hemos hecho nuestra confesión de fé.
Resultando en una generación de buenos evangelistas pero pobres en fe, o en santidad, ve a lo que me refiero??
El hecho de ser salvos no implica que los embates del enemigo no van a tocar a la puerta de nuestra vida, por el contrario, es cuando nos convertimos en sus asérrimos enemigos.
Todos los procesos donde Dios nos permite pasar son procesos de fé, en los que debemos resistir con la fé y la esperanza que Dios está en nuestro alrededor, guardándonos en integridad y santidad para salir aceptos de la prueba.
Eso no se logra escuchando todos los días predicaciones de salvación, se logra aprendiendo a vivir en y por fé.
Yo estoy pasando por un hermoso proceso de fé donde se espera que mi fé se estire al límite de pasar de lo posible, a lo imposible y reterner la esperanza de las promesa de Dios, recordemos que el reino de los cielos sufre violencia, y sólamente los violentos en el Espíritu lo arrebatarán.

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